Indignación en Tucson por recortes y la influencia de Musk en políticas gubernamentales
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Nicol Matuz ScottEl centro de la controversia: recortes presupuestarios masivos que, según los manifestantes, impactarán desproporcionadamente a las familias trabajadoras. En específico, se habla de un recorte de $1 billón de dólares, con $800 mil millones afectando a Medicaid y $200 mil millones al programa de asistencia alimentaria SNAP. La protesta, realizada frente a la oficina del Representante Juan Ciscomani, involucró a organizaciones como Living United for Change in Arizona (LUCHA) y People First Economy.
Rocky Rivera, organizador comunitario de LUCHA en Tucson, explicó que: “No creemos que deban quitar recursos de los que la gente depende solo para darles a otros un recorte de impuestos.” La indignación se extiende más allá de los recortes directos. Existe una fuerte oposición a la influencia de figuras como Elon Musk y su criptomoneda DOGE en las decisiones gubernamentales, considerada por los manifestantes como una de las razones detrás de estas medidas.
Por otro lado, Kathleen Winn, presidenta del Partido Republicano del Condado de Pima, defiende la postura del gobierno: “Esto será en todos los ámbitos. No solo apunta a los trabajadores estadounidenses, sino a todos, y habrá recortes dolorosos.” Winn argumenta que el país recibe $5 billones anuales en impuestos pero gasta $7 billones, justificando la necesidad de equilibrar el presupuesto y reducir gastos innecesarios. Asegura que existe “mala gestión y corrupción” dentro del gobierno, y que los recortes son la única solución para corregir la situación.
La discrepancia principal radica en la percepción del impacto. Mientras Rivera afirma que los recortes beneficiarán únicamente a billonarios y donantes corporativos a través de reducciones de impuestos, Winn insiste en que afectará a todos por igual. Rivera propone: “Creemos en gravar a esas personas, creemos en devolver la economía a la gente.”
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