Sentencia por muerte de niño con necesidades especiales en Tucson
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Nicol Matuz ScottEl pasado lunes 10 de marzo, un caso que conmocionó a la comunidad llegó a su fin en una corte de Tucson, Arizona. Se trata del fallecimiento de un niño con necesidades especiales, ocurrido el 1 de mayo del año pasado en una vivienda ubicada en la cuadra 900 de East Limberlost Drive. Ariel Lea Horn, de 33 años, y Charles Jackson McClellan Jr., de 29, fueron los protagonistas de este trágico desenlace.
Inicialmente, ambos enfrentaban cargos de asesinato en primer grado y abuso infantil. Sin embargo, el 17 de enero de 2025, aceptaron un acuerdo de culpabilidad por dos cargos de abuso infantil. Este acuerdo, evidentemente, modificó sustancialmente las consecuencias legales para la pareja.
La sentencia fue contundente, aunque lejos de las expectativas iniciales: Horn recibió siete años de prisión con casi un año de crédito por tiempo cumplido, mientras que McClellan fue sentenciado a 3 años y medio, también con crédito por tiempo servido. El contraste entre la gravedad inicial de las acusaciones y la sentencia final genera preguntas.
Según el informe de la autopsia, al que 13 News tuvo acceso, el menor presentaba “lesiones extensas y sepsis, que causaron insuficiencia renal.” El Departamento de Policía de Tucson (TPD) declaró en un comunicado que “las llagas en el cuerpo del niño se atribuyeron a la falta de atención médica adecuada y al descuido por parte de su madre y su novio.”
La investigación reveló que el niño sufría múltiples condiciones médicas y era "completamente dependiente del cuidado de sus tutores". Además, se encontró evidencia de un extenso consumo de fentanilo en el hogar. Un detalle escalofriante es que una enfermera de la escuela del niño notó las llagas y alertó a la familia sobre la necesidad de atención médica. Sin embargo, se perdieron varias citas con el médico, la última meses antes de la tragedia. Se alega que el niño pasó largos períodos sin ser movido o cambiado, “creando un ambiente para que las bacterias crecieran y la piel se rompiera.”
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