Jeff Bezos, fundador de Amazon y Blue Origin, reveló durante un conversatorio en el Italian Tech Week en Turín que los centros de datos gigantes podrían migrar al espacio en menos de dos décadas. Según el magnate, estos complejos operarían con energía solar ininterrumpida, sin la interferencia de nubes o condiciones climáticas adversas.
"Estos clusters de entrenamiento masivo serán más eficientes en el espacio. Ahí tenemos energía solar las 24 horas, sin interrupciones", aseguró Bezos durante su charla con John Elkann, presidente de Ferrari. "En un par de décadas, superaremos en costos a los centros terrestres".
La idea no surge de la nada. La industria ya ha trasladado infraestructura crítica más allá de la atmósfera:
- Satélites meteorológicos para predecir tormentas.
- Redes de comunicación globales vía satélite.
- Y ahora, el próximo salto: almacenamiento y procesamiento orbital de datos.
Pero construir en el espacio no es tan sencillo como subir servidores en un cohete. Los desafíos técnicos son brutales:
- Mantenimiento casi imposible sin misiones tripuladas.
- Actualizaciones de hardware limitadas por la logística.
- Riesgo de perder equipos completos en lanzamientos fallidos.
Bezos lo sabe. Por eso su compañía espacial, Blue Origin, ya trabaja en cohetes reutilizables que podrían abaratar los viajes orbitales. Mientras tanto, Microsoft experimenta con prototipos submarinos de
centros de datos, buscando alternativas antes del gran salto al vacío cósmico.
Lo que hoy suena a ciencia ficción podría convertirse en estándar industrial cuando los adolescentes de hoy entren a la fuerza laboral. El espacio ya no es la última frontera, sino el próximo centro de negocios.
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Xavier Rivera Martinez
el 03/10/2025 09:23 AM.
