La colaboración entre Microsoft y Atom Computing ha permitido la entrelazación de 24 qubits lógicos utilizando átomos neutros, una hazaña que marca un nuevo récord en la historia de la computación cuántica.
Este logro no solo se trata de la cantidad de qubits entrelazados, sino también de la capacidad del sistema para detectar y corregir la pérdida de átomos, un desafío común en este tipo de tecnología. La importancia de este avance radica en que, a través de un proceso de corrección, se puede mantener la estabilidad del sistema, lo que es crucial para el funcionamiento de los algoritmos cuánticos.
Las empresas planean ofrecer computadoras cuánticas basadas en esta tecnología a clientes comerciales el próximo año, con máquinas que contarán con más de 1,000 qubits físicos. En una prueba reciente, se lograron crear 20 qubits lógicos a partir de 80 qubits físicos, ejecutando con éxito el algoritmo Bernstein-Vazirani, un clásico que demuestra las capacidades de la superposición y la interferencia en la computación cuántica.
Krysta Svore, vicepresidenta de desarrollo cuántico avanzado en Microsoft Azure Quantum, destacó que este avance no solo mejora el rendimiento físico, sino que también supera las capacidades de las computadoras clásicas en este tipo de cálculos. “Hemos demostrado la capacidad de computar con estos qubits lógicos y realizar correcciones de pérdida de manera repetida”, afirmó Svore.
El sistema de virtualización de qubits de Azure Quantum ha sido fundamental para optimizar la corrección de errores en procesadores cuánticos específicos. Sin embargo, trabajar con átomos neutros presenta desafíos adicionales, como la desaparición ocasional de estos átomos, lo que complica aún más el proceso. La detección de la pérdida de un átomo es un reto en sí mismo, pero el sistema ha sido diseñado para abordar esta problemática sin interrumpir el cálculo.
Ben Bloom, fundador y CEO de Atom Computing, expresó su entusiasmo por la colaboración con Microsoft, que ha llevado a hitos significativos en la computación cuántica. “Al combinar nuestros qubits de átomos neutros de última generación con el sistema de virtualización de qubits de Microsoft, ahora podemos ofrecer qubits lógicos confiables en una máquina cuántica comercial”, comentó Bloom.
Este avance no solo promete transformar la computación cuántica, sino que también abrirá nuevas oportunidades en campos como la química y la ciencia de materiales, marcando un nuevo capítulo en la evolución de la tecnología cuántica.