En el centro de la disputa se encuentra la empresa Meta, propietaria de Facebook, que ha sido acusada de engañar a los inversores sobre el uso indebido de los datos de los usuarios de la plataforma. La demanda, presentada en 2018 por el Amalgamated Bank, alega que Facebook no informó adecuadamente sobre una brecha de seguridad en 2015 que afectó a más de 30 millones de usuarios.
La brecha de seguridad en cuestión se refiere a la empresa de consultoría política británica Cambridge Analytica, que utilizó datos de Facebook de manera no autorizada en la campaña presidencial de Donald Trump en 2016. Los inversores alegan que Facebook no reveló esta información en sus informes de riesgos de seguridad, lo que les llevó a perder dinero cuando la noticia se hizo pública en 2018.
La Corte Suprema ha decidido no intervenir en el caso, lo que significa que la decisión del tribunal de apelaciones que permitió que la demanda prosiguiera sigue en vigor. Esto ha generado una reacción mixta, con algunos expertos argumentando que la decisión es un paso positivo hacia la transparencia empresarial, mientras que otros creen que la Corte Suprema ha perdido una oportunidad para aclarar la ley.
El portavoz de Facebook, Andy Stone, ha expresado su decepción por la decisión de la Corte Suprema, argumentando que las reclamaciones de los demandantes son infundadas y que la empresa seguirá defendiéndose en el tribunal de distrito. Por otro lado, el profesor de derecho de la Universidad George Washington, Alan Morrison, ha señalado que la decisión de la Corte Suprema probablemente llevará a que los demandantes busquen obtener más información sobre el caso, lo que podría llevar a un proceso más largo y costoso para Facebook.
La brecha de seguridad de Cambridge Analytica ha tenido un impacto significativo en la forma en que las empresas manejan la privacidad de los datos de los usuarios. La Comisión Federal de Comercio de los Estados Unidos (FTC) impuso una multa de $5 mil millones a Facebook en 2019 por su manejo de la brecha de seguridad, y la Comisión de Valores y Bolsa de los Estados Unidos (SEC) también ha tomado medidas en contra de la empresa.
La decisión de la Corte Suprema es solo el último capítulo en una larga serie de disputas legales y regulatorias que han rodeado a Facebook en los últimos años. A medida que la empresa sigue creciendo y evolucionando, es probable que siga siendo objeto de escrutinio por parte de los reguladores y los inversores.