Recientemente, la empresa ha anunciado un nuevo estudio para probar su implante en un nuevo uso: permitir que una persona controle un brazo robótico utilizando solo sus pensamientos.
La interfaz cerebro-computadora (BCI) es un sistema que permite a una persona controlar directamente dispositivos externos con sus ondas cerebrales. Funciona leyendo y decodificando las señales de movimiento de las neuronas. La BCI de Neuralink consiste en un dispositivo del tamaño de una moneda, denominado N1, que un robot implanta quirúrgicamente en el cerebro.
¿Cómo funciona la interfaz cerebro-computadora de Neuralink? A diferencia de las BCI utilizadas en estudios anteriores, el sistema de Neuralink es inalámbrico. El dispositivo consta de 64 hilos de alambre fino y flexible que penetran en el tejido cerebral. Cada hilo contiene 16 electrodos que recogen las señales neuronales.
En un video publicado en X, se mostraba a Noland Arbaugh, participante en el estudio, usando el dispositivo de Neuralink para jugar ajedrez y otros juegos en una computadora. Arbaugh, que quedó tetrapléjico tras un accidente de natación en 2016, habló con WIRED a principios de este año sobre cómo el implante le ha dado una sensación de independencia.
El nuevo estudio sobre el brazo robótico, según la publicación de Neuralink en X, "permitirá la inclusión cruzada de participantes del estudio PRIME en curso". Aunque todavía no se dispone de más detalles sobre el estudio sobre el brazo robótico en el sitio web de Neuralink ni en clinicaltrials.gov, un repositorio en línea de estudios médicos con participantes humanos.
"Felicitamos a Neuralink por recibir la aprobación para su ensayo de viabilidad", destaca Marcus Gerhardt, CEO y cofundador de Blackrock Neurotech. "Cada avance en neurotecnología nos acerca más a la capacitación de las personas con trastornos neurológicos".
El mayor reto para lograr el control BCI de un brazo robótico de asistencia es la necesidad de calibración. "Cuanto más complicado sea el control, cuantos más grados de libertad añadas, más tiempo llevará en general la calibración", explica Brian Dekleva, investigador científico de los Laboratorios de Ingeniería Neural de Rehabilitación de la Universidad de Pittsburgh. "La gente no quiere sentarse a hacer una calibración de media hora al principio de cada día para poder usar su dispositivo".