La Comisión Federal de Comercio (FTC) de Estados Unidos anunció una resolución sin precedentes contra Epic Games, la creadora de Fortnite. Se trata de un caso que ha llamado la atención a nivel mundial por su magnitud y sus implicaciones para la protección del consumidor, especialmente los más jóvenes.
En diciembre de 2022, la FTC presentó cargos contra Epic Games, acusándola de emplear “patrones oscuros” en su interfaz de usuario. Estas tácticas de diseño, según la FTC, manipulan a los usuarios para realizar compras no deseadas. Ejemplos de estas prácticas incluyen:
- Botones confusos: La disposición de los botones en Fortnite llevaba a compras accidentales con un solo clic.
- Configuración predeterminada engañosa: Reanudar el juego desde el modo de suspensión a menudo activaba compras inesperadas.
- Previsualización confusa: Incluso la previsualización de un artículo podía resultar en un cargo no deseado.
Como resultado de esta demanda, Epic Games acordó pagar la suma total de 520 millones de dólares. De esta cantidad, 245 millones se destinan a reembolsos a los jugadores afectados, convirtiéndose en el mayor reembolso en la historia de la industria de los videojuegos. La primera tanda de pagos, más de 72 millones de dólares, ya comenzó a distribuirse entre más de 629,000 usuarios vía PayPal y cheques, con un promedio de $114 dólares por usuario. Los jugadores con pagos vía PayPal tienen 30 días para reclamar, mientras que quienes recibieron cheques tienen 90 días.
Además de los reembolsos, Epic Games recibió una multa adicional de 275 millones de dólares por la recopilación ilegal de datos personales de menores de 13 años, sin el consentimiento explícito de sus padres, una violación a la Ley de Protección de la Privacidad Infantil en Línea (COPPA).
La FTC aclaró que los jugadores que se consideren afectados entre enero de 2017 y septiembre de 2022, y cumplan con los requisitos especificados en su sitio web, pueden solicitar su reembolso hasta el 10 de enero de 2025. Este caso establece un precedente importante en la regulación de las prácticas comerciales en la industria del videojuego, instando a una mayor transparencia y protección para los usuarios.
Epic Games, por su parte, declaró en un comunicado que se compromete con la protección del consumidor y la mejora de la experiencia de sus jugadores, implementando cambios en su plataforma para evitar futuras controversias similares.