La aparición de Gates coincidió con el lanzamiento de su nuevo libro, Source Code, una retrospectiva que abarca desde su infancia hasta sus logros empresariales y filantrópicos. Fallon, con su estilo característico, inició la plática indagando sobre las motivaciones detrás de este proyecto. Gates confesó que a sus casi 70 años, y con Microsoft celebrando 50 años y su fundación 25, sentía que era el momento de reflexionar sobre su trayectoria.
Una anécdota particularmente reveladora se centró en la influencia de su madre. “Cuando otras familias venían de visita, mi mamá comentaba sobre los hijos de los demás, resaltando lo mal que se sentían si no iban a la universidad o no les iba bien. Era una manera sutil de decirme que debía ir a la universidad,” recordó Gates con una sonrisa, antes de confesar su posterior decisión de abandonar sus estudios para emprender su propia aventura con Paul Allen.
La charla también abordó sus experiencias como Boy Scout, sus primeros pasos en el mundo de la programación, y la visión futurista que lo llevó a predecir – en un momento donde era objeto de burlas- que cada hogar tendría una computadora personal. Fallon incluso mostró una carta escrita por Gates en la que comunicaba a sus padres su decisión de tomarse un tiempo libre para iniciar Microsoft, prometiendo regresar si el proyecto fracasaba.
No faltaron momentos de humor. La conversación derivó en las experiencias de Gates con el LSD, en contraste con la percepción de Steve Jobs sobre su falta de "buen gusto" en diseño. "Tomé ácido, pero me tocó el lote que me hizo pensar en código, no en diseño," bromeó Gates. La experiencia, según él, lo convenció de enfocarse en el trabajo duro.
Finalmente, el tema inevitable: la Inteligencia Artificial. Gates explicó, en términos sencillos, los pros y contras de esta tecnología, enfatizando su potencial para democratizar el acceso a la educación y la salud de calidad, al tiempo que reconoció la incertidumbre sobre el futuro del trabajo y la necesidad de un cuidadoso manejo de esta poderosa herramienta. La conversación cerró con una reflexión sobre su rol como abuelo y su optimismo en el futuro, basado en el potencial de la innovación para resolver problemas globales, como las enfermedades y el cambio climático.