¿Preparación o advertencia? El Pentágono simula un ataque nuclear en medio de tensiones globales

Recientemente, el Pentágono ha dado a conocer información sobre el ejercicio "Prominent Hunt", una simulación de consecuencias nucleares llevada a cabo del 26 al 31 de enero. Aunque la noticia se difundió esta semana, la coincidencia temporal con las declaraciones de China sobre su disposición a una "guerra arancelaria o de cualquier otro tipo" en respuesta a las nuevas tarifas impuestas por la administración Trump, genera interrogantes sobre el contexto del anuncio.
El ejercicio involucró a unidades especiales del Departamento de Defensa (DOD) equipadas con trajes de protección blanca, simulando una detonación nuclear. El objetivo principal: validar la capacidad de recolección de evidencia para la toma de decisiones presidenciales en caso de un ataque nuclear. Este procedimiento, conocido como forense nuclear, se centra en el análisis de la composición isotópica, impurezas químicas y características físicas del material radiactivo para determinar su origen. "Es como una huella dactilar para rastrear la fuente del material", explica un experto del DOD.
Brian Kohler, director de Forense Nuclear, Energía y Supervivencia dentro de la Oficina de Asuntos Nucleares del DOD, destacó la importancia de este tipo de ejercicios para la disuasión nuclear: "La forense nuclear nacional es absolutamente parte de la disuasión nuclear, enviando un mensaje a nuestros adversarios de que el gobierno de EE. UU. tiene la capacidad, si se produce una detonación nuclear".
El ejercicio no fue producto de eventos mundiales recientes, según aclaró Sarah Ruane, Oficial de Asuntos Públicos del FBI en Albany, quien indicó que la planificación comenzó en primavera. Los equipos recorrieron el área de simulación, recolectando muestras enviadas a laboratorios del DOD donde científicos utilizaron tecnologías especializadas para descubrir las "huellas dactilares" del material radiactivo. Drew Walter, subsecretario adjunto de defensa para asuntos nucleares, confirmó el éxito de la operación y la validación de las capacidades del equipo.
El Pentágono reforzó su mensaje: "Los encontraremos y los haremos responsables", una advertencia clara a potenciales enemigos. La realización de estos ejercicios, según el DOD, se lleva a cabo dos veces al año desde 2012, mandato del Congreso tras los atentados del 11 de septiembre. Sin embargo, el enfoque no se limita a misiles balísticos, sino que también contempla la amenaza de dispositivos nucleares improvisados o ataques por parte de estados que buscan negar su responsabilidad. "En esos escenarios, la certeza es menor y necesitamos conocer con total confianza quién fue el responsable para informar a nuestros líderes y determinar la respuesta adecuada", puntualizó Timothy Jacomb-Hood, asesor científico principal de la Oficina de Asuntos Nucleares.
El próximo ejercicio Prominent Hunt está programado para agosto. La capacidad de recolectar escombros tras una detonación y realizar un análisis forense nuclear es, según el DOD, un elemento clave de la disuasión nuclear de Estados Unidos. La recolección de evidencia en el terreno resulta crítica para identificar el origen y la procedencia de un artefacto, información esencial para definir una respuesta estratégica adecuada.