La piel se arruga por un proceso natural, pero este descubrimiento cambia todo lo que sabíamos

"Ya no es solo una teoría", advierte el ingeniero biomédico Guy German, líder del estudio. "Hemos documentado cómo el estrés repetitivo deforma el tejido cutáneo, igual que los pliegues en la tela de un pantalón". La clave estuvo en analizar muestras reales de piel humana —desde adolescentes de 16 años hasta adultos de 91— con un tensómetro de baja fuerza, un dispositivo que imita el desgaste diario.
Los hallazgos, publicados en el Journal of the Mechanical Behavior of Biomedical Materials, revelan tres procesos críticos:
Entre líneas, la investigación pone bajo la lupa a la industria de los antiaging: muchos productos prometen milagros, pero pocos atacan el problema de raíz. Los científicos también recalcan que el daño solar acelera este proceso natural, convirtiendo al protector solar en el mejor aliado contra el reloj biológico.