CARACAS, Ven
El tercera base, llamado a ser uno de los mejores venezolanos en GL, espera más éxitos.
Miguel Cabrera, que desde muy temprana edad prometía ser el pelotero más completo nacido en Venezuela, sigue demostrando que cazatalentos, técnicos y familiares, no exageraban cuando vaticinaban que sería una estrella en el beisbol de Grandes Ligas.
La excelencia de Cabrera, de 29 años, quedó plasmada con claridad en 2012.
El antesalista de los Tigres de Detroit tuvo un espectacular desempeño que incluyó la conquista de la Triple Corona, el primero que lo logra en 45 años, y es el favorito para ser proclamado el jueves como el Jugador Más Valioso de la Liga Americana.
En años recientes, Cabrera ya venía rozando la Triple Corona, que gana el bateador que encabece su liga en promedio, jonrones y remolcadas: en 2008 fue líder de la Americana en cuadrangulares con 37; encabezó con 126 carreras impulsadas la Americana en 2010; y el año pasado fue campeón de bateo con .344.
Pero jugar y ganar campeonatos es lo que más anima al venezolano.
“Mi meta siempre ha sido trabajar duro por el equipo, mejorar cada día más para poder seguir haciendo lo que me gusta, jugar béisbol”, dijo Cabrera, elegido como el mejor jugador del año en una votación entre sus colegas de las mayores.
“Desde que recuerdo jugar el béisbol es mi vida, por eso no me quita el sueño ganar premios; si lo gano son bienvenidos, pero en lo primero que pienso es que es una responsabilidad, los valoro como un bonito recuerdo para compartir con mi familia, con los nietos cuando esté viejito y por la alegría que trae a todos los venezolanos”, agregó.
A diferencia de la mayoría de los países sudamericanos, en Venezuela el béisbol y no el fútbol es el deporte número uno.
Cabrera es un vivo ejemplo del desarrollo de los peloteros desde la cuna. En 1999, el corpulento toletero se erigió a los 16 años como el prospecto criollo más caro en la historia de las mayores al firmar con los Marlins de Florida por 1,8 millones de dólares.
“No fue una gran sorpresa cuando lo firmaron porque eso se veía venir desde pequeño”, relató a la AP Bertha Torres, la tía materna de Cabrera.