SHANGAI, Chi
El duelo verbal entre Vettel y Webber es de lo más sonado en la F1.
Cuando la temporada de Fórmula Uno se reanude este fin de semana con el Gran Premio Chino, las principales batallas serán protagonizadas por los mismos compañeros de equipo en vez de las escuderías rivales.
La división es particularmente profunda en Red Bull donde, tres semanas después del Gran Premio de Malasia, sigue habiendo mala sangre entre el triple campeón mundial Sebastian Vettel y el segundo piloto Mark Webber por lo que ocurrió en Sepang, donde el alemán ignoró las órdenes del equipo de mantenerse detrás de Webber y en cambio superó al australiano y ganó la carrera.
Enseguida después del gran premio circularon versiones de que Webber se iría del equipo o que Red Bull suspendería a Vettel. Y si bien esas versiones no se concretaron y Vettel se disculpó, las fricciones continúan.
“El ha dicho que no se puede volver al pasado, pero admitió que lo que hizo estuvo mal”, dijo el director del equipo Christian Horner sobre Vettel.
Horner, cuya autoridad se vio socavada por las acciones de Vettel porque este ignoró su orden, ha tenido que apaciguar a Webber.
Los acontecimimentos de Sepang representaron la brecha más grave entre los dos pilotos, superando lo que ocurrió en el 2010 cuando chocaron durante el Gran Premio de Turquía y después en el Gran Premio de Gran Bretaña ese mismo año cuando Webber tuvo que usar un alerón frontal viejo porque el suyo, nuevo, fue cedido a Vettel. De todos modos Webber ganó la carrera.