BUENOS AIRES
Enfrenta el sábado al inglés Martin Murray, expone el cinturón mediano del CMB.
Uno rugía como un león, con abundantes promesas de nocaut el miércoles, ante un retador humilde, que parecía vestir la piel de un cordero.
El campeón Sergio “Maravilla” Martínez dijo que, antes de tumbarlo, le daría una golpiza el sábado a su retador Martin Murray, a quien ninguna de esas frases resonantes lo sacaron de sus casillas.
La pelea del sábado entre Martínez y Murray tiene el ingrediente adicional que será entre un argentino y un inglés, cuyos países acrecentaron su rivalidad deportiva desde que libraron una guerra en 1982 por la posesión de Las Malvinas.
“El sábado tenemos nocaut”, dijo Martínez, quien expondrá su título de campeón de los medianos del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), que le arrebató en noviembre pasado al mexicano Julio César Chávez Jr., hijo del famoso ex boxeador del mismo nombre.
“La pelea se va a definir del séptimo (asalto) en adelante”, pronosticó el monarca de 38 años, mientras se frotaba las manos en una conferencia de prensa conjunta en un hotel de la capital argentina.
Murray habló antes de los pronósticos de Martínez, a los que tomó con una mirada y el rostro en calma, y dijo estar listo para la pelea.
“Sergio es una excelente persona”, subrayó el inglés, que es campeón interino de los medianos de la Asociación Mundial de Boxeo. “El sábado a la noche le voy a demostrar al mundo que yo estaba preparado para este desafío”.
En verdad, la reunión de prensa pareció armada para que se luciese Martínez, ya que Murray habló poco y nada.
“El sábado hay nocaut muchachos, estoy de p... m...”, dijo Martínez, con una foja de 50 victorias (28 por nocaut), dos empates y dos derrotas. “Trabajé estas ocho semanas como un salvaje. Si me agrando en casas ajenas imagínense en la mía”.