A 90 Millas / Juegos de presión

Los Yanquis de Nueva York han resurgido, no es para menos, su line up, lleno de bateo de poder, debe de responder y este lunes estaban a cuatro juegos y medio de los Rays de Tampa Bay en la carrera por el Este de la Liga Americana.

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Los siempre aguerridos y baratos Rays tienen rezagados tanto a los Mulos como a los Medias Rojas de Boston.

A la hora de tundir teclas, estaban en rumbo  su décima victoria seguida, ahora en casa de los Bravos de Atlanta en choque de dos equipos que acumulan nueve triunfos en fila.

Joey Gallo y Anthony Rizzo vinieron a poner aún más peligrosa la alineación del equipo de Aaron Boone al cual ya lo sabemos, desde tiempos ancestrales
le ha gustado arreglar sus deficiencia a punta de billetes…no se me acelere…no es ilegal, inmoral, ni engorda, dijera una vieja canción del brasileño Roberto Carlos.

Se unieron a Giancarlo Stanton, quien si no está lesionado es más peligroso que echarse un buche de ácido muriático, y ya lo sabemos, Aaron Judge, favorito de la afición del Bronx.

Los Yanquis puntean la carrera por uno de los puestos wildcard de la Americana, en una pelea de perros que incluye a Boston, Oakland, Seattle y Toronto…pero en sitios web de las Mayores ya se baraja una posible serie mundial entre ellos y nada menos que los Dodgers de Los Angeles, algo que hace cuatro décadas no ocurre.

Curioso esto último, ya que en un lapso idéntico, de 1941 a 1981, las dos escuadras se vieron las caras en once ocasiones con ocho triunfos de los Yanquis.

Con menos de cuarenta juegos por delante aún hay bastante por definirse. Yanquis tiene cuentas pendientes con los Rays luego de aquella dolorosa eliminación en la serie divisional.

Todavía retumba en San Diego el jonrón de Mike Brousseau sobre el cubano Aroldis Chapman para darle a los Rays el boleto a la SCLA…eso dolió y aún arde en el corazón de los Yanquis y sus fans.

La decepción
Donde las cosas están muy lejos de lo que se esperaba es en el sur de California, muy cerca de la frontera con Tijuana. Los Padres de San Diego salieron el domingo del panorama wildcard de la Liga Nacional.

El segundo puesto lo ocupan los Rojos de Cincinnati quienes, de acabar los playoffs en este momento, visitarían a los Dodgers.

Con un billete serio invertido en el equipo, los Padres se han visto afectados por lesiones y si le entramos a los chocantes ‘hubiera’, su cifra de victorias (68) es idéntica a la de los Bravos, líderes del Este de la Nacional.

Si los dos equipos estuvieran en el mismo sector, las cosas fueran distintas para los Padres. A trece juegos del puntero del Oeste de la Nacional, San Francisco, San Diego parece descartado para el banderín.

Antes de coger rumbo, creo que las Mayores cometieron un tropiezo al descartar este año el sistema de postemporada usado en 2020… ya lo sé, fue debido a la pandemia, como el mismo Rob Manfred, quien cobra como comisionado, lo dijo.

Ocho equipos por liga en playoffs puede sonar mediocre, pero como suele ocurrir con las Mayores, son el último de los deportes considerados grandes en Estados Unidos, que hacen ajustes. Más,equipos, más juegos, más dinero y ahora con público en las gradas, todos felices, veremos para el 2022 Muchas gracias.

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