A 90 Millas/Y que Viva México cab...

René Cárdenas Andrade

Vaya que con esta clase de victorias nos sale lo patriota, nacionalista las ganas de enredarnos en la bandera y lanzarnos desde el edificio más alto que veamos… es que vencer a Estados Unidos, así sea a la bebeleche, es muy valorado en este país.

Más en estos tiempos en los que a nivel diplomacia se calientan los ánimos en redes sociales. Cada quien.

Por supuesto que el más criticado es el catcher de los Dodgers de Los Angeles Will Smith, con el uniforme de Estados Unidos. Desató la indigancieon luego de que se propagara la imagen de que le negó el saludo de puño al jardinero de México, Randy Arozarena cuando iniciaba el partido del domingo en la noche en Phoenix. Dejara de ser miembro de los innombrables de Los Angeles.

El asunto es que el equipo que dirige Benjamín Gil, que un día antes se quedó a la espera del palo que le diera la victoria ante Colombia, el domingo sí pudo conectarle al pitcheo de Estados Unidos y en particular Joey Meneses y Arozarena, quienes miran la pelota como sandía en estas fechas.
No nos calentemos antorchas, que seguido nos encumbramos con un resulta y vienen las debacles. México se mide este martes a Gran Bretaña, equipo que, al momento de arrear teclas, le pegó 7-5 a Colombia…sí, ese que venció a México.

Es labor de Gil y staff de mantener los pies en el piso para los jugadores de México que debe evitar que se dé alguna clase de sorpresa ante los súbditos de la corona antes de medirse a un Canadá que ni de patín es fácil.

Los de la Hoja de Maple es uno de esos equipos plagados de jugadores que toman parte en el beisbol de Estados Unidos, no todos en las Mayores y sin el palmarés de los de la misma selección de barras y estrellas, pero sentarse a esperar que sea pan comido… no… definitivamente no. Pero ya lo dijo José Feliciano… veamos.

Reloj, marca los segundos
Pues tal parece que el comisionado Rob Manfred y sus allegados han dado en el clavo. la pretemporada de las Ligas Mayores revela que se ha reducido algo así de veinte minutos el promedio de duración de los juegos, al menos en la pretemporada.

La razón? el cronómetro que apura a lanzadores y bateadores y los llama a no hacerse patos. veinte segundos entre pitcheada y pitcheada con gente en los senderos y quince cuando haya corredores.
Para los bateadores, esos que a veces les encanta ajustarse guanteletas, casco, cinto y cuanto accesorio se atasquen, se acabó la fiesta, sólo hay una oportunidad para eso o vienen los strikes ahora sí que por ‘retraso de juego’ Ya era hora… ya pues no se enojen, pero lo diré de nuevo…ya era hora. Muchas gracias.
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