Va a la alza el CMB

MIAMI, Fla
El ponche que Shohei Ohtani le propinó a Mike Trout, el grand slam de Trea Turner que le dio a Estados Unidos la ventaja ante Venezuela en el octavo inning, Japón dejando tendido a México en las semifinales y la remontada de México al quedar abajo por cuatro carreras ante Puerto Rico se repetirán una y otra vez.
El Clásico Mundial escenificado este año ha dejado recuerdos imborrables, 47 juegos durante dos semanas que restauraron la supremacía de Japón en el béisbol y que consolidaron la figura del fenomenal Shohei Ohtani, y al mismo tiempo expandiendo el alcance del deporte alrededor del mundo.
Aunque no tenga el mismo impacto global de la Copa Mundial de fútbol, el torneo no ha parado de crecer en sus cinco ediciones desde su lanzamiento en 2006.
Con juegos en Miami, Phoenix, Tokio y Taiwán, el Clásico acabará facturando ingresos entre 90 y 100 millones de dólares, según las Grandes Ligas. La concurrencia fue 1.306.414, la más alta en la historia del certamen, un 20% superior a los 1.086.720 que acudieron a los 40 juegos en 2017.
Los temores por lesiones de los peloteros han sido un dolor de cabeza para el torneo desde su gestación. Muchos clubes de MLB impidieron la participación de sus lanzadores para que se enfocasen en el inminente inicio de la temporada regular. Las lesiones de Díaz y Altuve redoblan esas inquietudes.
Pero con MLB generando ingresos y captando interés global gracias al torneo, y el ferviente deseo de los peloteros por representar a sus países, el riesgo de lesionarse no parece ser obstáculo para frenar el crecimiento del Clásico.
La victoria de Japón en la final generó una celebración nacional. Yomiuri, el periódico de mayor circulación en el país, publicó una edición vespertina especial, algo que usualmente se reserva para importantes asuntos de estado, resultados electorales o, como ocurrió el año pasado, el asesinato del primer ministro Shinzo Abe. “Japón, Número 1 del Mundo”, rotuló el diario en japonés.
México presagia que su marcha a las semifinales ayude a despertar el interés en un país en el que el fútbol manda.
Al expandirse de 16 a 20 naciones, Gran Bretaña, la República Checa y Nicaragua se clasificaron al torneo por primera vez. Ninguno sobrevivió la primera fase. China y Israel sufrieron un par de derrotas por abultamiento de carreras, y Gran Bretaña y Canadá cayeron de esa manera una vez cada uno.
El Grupo A estuvo tan competitivo que los cinco participantes cerraron 2-2, con Cuba e Italia avanzando a costa de Holanda, Taiwán y Panamá mediante una fórmula de desempate en el que las carreras se dividieron por outs.
“Se puede apreciar que muchos países están creciendo”, dijo el mánager estadounidense Mark DeRosa. “Ahí tienen a Colombia, con los pitchers que tenían. No eran nombres conocidos, pero todos lanzaban entre 92 y 95 (mph) y con muy buena calidad”.
MLB y el gremio de jugadores siguen comprometidos para que el Clásico vuelva en marzo de 2026.
Manfred indicó que aún es prematuro para determinar cambios en el formato.
“Creo que la combinación de nacionalismo y el deportes es muy poderosa”, señaló. “Y si tienes la oportunidad de partticipación en un torneo que combina las dos, hay que aprovecharlo”.
Associated Press