París cerró el telón de un espectáculo deportivo sin igual, dejando un legado que resonará en la historia de los Juegos Olímpicos. La capital francesa, con su encanto histórico y su espíritu vibrante, puso la vara alta para futuros eventos, y ahora Los Ángeles tiene la difícil tarea de superar la magia que se vivió en la Ciudad Luz.
Las calles de París se convirtieron en un escenario épico para la entrega de la estafeta a Los Ángeles, con Tom Cruise, el rey del cine de acción, protagonizando una escena digna de una película de Hollywood. Desde las alturas del Stade de France, Cruise descendió en motocicleta para encender la mecha de la emoción y la expectativa para los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028.
El espectáculo inaugural contó con la energía de Red Hot Chili Peppers, la melancolía de Billie Eilish y la explosiva presencia de Snoop Dogg, una muestra del talento y la diversidad que caracterizarán a la edición californiana. Los Ángeles, la ciudad de los sueños, tiene la oportunidad de escribir un nuevo capítulo en la historia de los Juegos Olímpicos, una historia llena de esperanza, de unidad y de superación.
La ceremonia de clausura, un festín de color, música y emociones, dejó un mensaje claro: "La humanidad es algo hermoso cuando se une". París 2024, los "Juegos de la Igualdad", lograron trascender las fronteras del deporte y enviar un mensaje poderoso de inclusión, diversidad y unidad.
Las actuaciones de los atletas, la energía del público y la belleza del escenario se combinaron para crear una experiencia inolvidable. La llama olímpica, que encendió la pasión de millones de personas, se apagó, pero el espíritu de los Juegos sigue vivo, esperando encenderse de nuevo en Los Ángeles en 2028.
"Queríamos emoción, y obtuvimos pasión", dijo Tony Estanguet, presidente de París 2024. Dirigiéndose a los deportistas declaró: "¿Qué puedo decir? Sabíamos que serían brillantes, pero fueron mágicos".
"Nos reuniremos de nuevo en Los Ángeles 2028, donde los Juegos seguirán creciendo", añadió.
"A pesar de las tensiones en todo el mundo, vinieron para hacer que la 'Ciudad Luz' brillara como nunca antes", declaró el presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach. "Sus actuaciones fueron increíbles, compitieron ferozmente entre sí. Cada actuación al borde de la perfección. Nos enseñaron la grandeza que el ser humano es capaz de alcanzar".
"Crearon una cultura de paz", añadió.