Se espera que Dak Prescott reciba un pago, ya sea de Dallas o de otro equipo que esté dispuesto a superar los 50 millones por año si los Vaqueros dejan que expire su contrato después de esta temporada.
Russell Wilson aún no ha sido confirmado como el titular de Pittsburgh para el inicio de la temporada, en la que parece ser la última oportunidad para el nueve veces seleccionado al Juego de Estrellas para revivir una carrera que se ha estancado desde sus días como una estrella en Seattle.
El concepto de silla caliente es distinto para Prescott y Wilson, entre otros quarterbacks que enfrentan situaciones potencialmente decisivas, pero aun así son condiciones delicadas.
En el caso de Prescott, segundo en la votación al Jugador Más Valioso el año pasado, está su deseo de llevar a los Vaqueros a donde no han llegado en casi tres décadas: pasar de la ronda divisional de los playoffs.
Después de su peor debacle en una sorpresiva derrota en la ronda de comodines frente a Green Bay la temporada pasada, Prescott encara las dudas de si es el indicado para conseguir lo que Tony Romo no pudo en 10 años como titular.
Esta será el noveno intento para el veterano de 31 años y que entra al último año de su contrato de 160 millones y cuatro años, un récord del equipo.
El primero fue en su temporada de novato, al lado de su compañero de generación Ezekiel Elliott como corredor, liderando a Dallas a ser el mejor equipo de la NFC, para perder ante Aaron Rodgers y los Empacadores en su debut en playoffs.
Los Vaqueros dicen que desean retenerlo. Prescott, quien reemplazó a un lesionado Romo en su primer campo de entrenamiento y desde entonces fue titular, dice que quiere quedarse.
Sin embargo, el Novato Ofensivo del Año de AP en 2016, está en la mira en 2024, ya que han pasado 28 años y contando desde la última vez que los Vaqueros acuedieron al partido por el campeonato de la NFC. Dallas ganó su quinto título de Super Bowl al terminar la temporada 1995.
Quarterbacks a quienes se les agota el tiempo, o que están en circunstancias complejas:
Russell Wilson
El veterano de 35 años llegó a los Steelers después de dos temporadas que en su mayoría resultaron ser miserables en Denver, donde recibió una enorme extensión de contrato tras un intercambio que le puso fin a una década con los Seahawks, donde ganó un Super Bowl.
Se presume que Wilson será el titular y que Fields estará listo si el veterano sigue mostrándose como el jugador con récord de 17-27 como titular en las últimas tres temporadas.
Daniel Jones
El quarterback egresado de Duke ha sido fuertemente cuestionado sobre si es el indicado para los Gigantes desde que Nueva York lo seleccionó sorpresivamente en la sexta posición del draft de 2019.
Jones viene de una lesión de ligamento anterior cruzado que le puso fin en noviembre a su temporada de 2023. Su marca de 1-5 fue su cuarta campaña con un balance negativo en cinco años con los Gigantes, pero Jones firmó una extensión por 160 millones, casi la mitad garantizados, después de su único año ganador que llevó a Nueva York a los playoffs en 2022.
Los Gigantes deberán tomar una decisión financiera sobre el lugar de Jones en su nómina cuando inicie el nuevo año de la NFL, la próxima primavera, y dejarlo libre podría generar ahorros considerables en el tope salarial.
Derek Carr
Los Raiders se rindieron con Carr al final de su novena temporada con Oakland/Las Vegas en 2022, y firmó con Nueva Orleáns como agente libre el año pasado.
Como sucedió varias veces con la franquicia que lo eligió en el draft, su debut con los Santos cerró de forma agónica cerca de los playoffs. Carr fue golpeado y abucheado en la primera mitad de la temporada, pero jugó muy bien en el cierre y Nueva Orleáns se quedó fuera de postemporada por criterios de desempate.
Jalen Hurts
Parece una locura incluir al quarterback que terminó segundo detrás de Patrick Mahomes en la votación a Jugador Más Valioso en 2022 al llevar a Filadelfia al Super Bowl, en el que las Águilas perdieron con Mahomes y Kansas City.
Pero, la temporada 2023 fue una locura para Hurts y compañía.
Las Águilas comenzaron 10-1 antes de perder seis de sus últimos siete juegos, incluida una derrota de 32-9 en la ronda de comodines en Tampa Bay.
El entrenador en jefe Nick Sirianni asumió gran parte de la culpa, pero hay muchas dudas sobre Hurts después de que firmara una extensión de contrato por cinco años y 255 millones de dólares.
Gracias a ese contrato, Hurts no va a ir a ningún lado pronto. Pero el jugador de 26 años y su equipo necesitan revertir el rumbo que sea casi tan rápido como el que arruinó la temporada pasada.