Sin embargo, su temporada terminó abruptamente con una barrida en dos juegos en la serie de comodines de la Liga Nacional ante los Padres de San Diego.
La historia de los Bravos en esta postemporada estuvo marcada por las lesiones. Chris Sale, el as de la rotación, se vio obligado a abandonar la serie por un dolor de espalda. Max Fried, otro lanzador clave, recibió un pelotazo en la cadera izquierda en su primera entrada, lo que puso fin a su participación en el juego.
La lista de bajas se extiende aún más: Spencer Strider sufrió una lesión en el codo que terminó su temporada, Ronald Acuña Jr. sufrió una lesión en la rodilla que lo dejó fuera desde mayo, Austin Riley se fracturó la mano a mediados de agosto, A.J. Minter se sometió a una cirugía de cadera y Ozzie Albies y Michael Harris II también perdieron tiempo por lesiones.
A pesar de todos los obstáculos, los Bravos lograron ganar 89 juegos, un testimonio de la resiliencia y la determinación de este equipo. "Ganamos 89 juegos. Estoy muy orgulloso de este equipo, " dijo el mánager Brian Snitker. "Les he dicho que fue asombroso lo que pudieron lograr".
El camino hacia la Serie Mundial es largo y difícil, y las lesiones pueden ser un factor decisivo en el éxito de un equipo. Los Bravos, a pesar de luchar contra las adversidades, demostraron su capacidad de competir a pesar de las lesiones._"Todo el mundo pasa por cosas para llegar aquí, es difícil llegar a los playoffs. Es difícil ganar una división y es por eso que es tan difícil ganar una Serie Mundial, "_ señaló Snitker.