La ex tenista, conocida por su dominio en las canchas y su estilo de juego agresivo, ahora enfrenta un nuevo desafío fuera del ámbito deportivo.
En mayo pasado, Williams descubrió un bulto en su cuello. Tras realizarse una resonancia magnética, se le informó que no era necesario extirparlo si no lo deseaba. Aunque inicialmente optó por no hacerlo, el bulto continuó creciendo. Luego de más estudios, incluyendo una biopsia que descartó cáncer, los médicos recomendaron un procedimiento quirúrgico.
Serena Williams se sometió a la cirugía para extirpar el quiste benigno, del tamaño de una uva pequeña, que se encontraba en su cuello. A través de redes sociales, la ex campeona compartió un video de ella misma en una cama de hospital, mostrando su recuperación y agradeciendo que todo haya salido bien.
Williams ha enfatizado la importancia de la salud, afirmando que se encuentra recuperándose y mejorando. "La salud siempre es lo primero", afirma.
Su experiencia pone de manifiesto que incluso las personas aparentemente sanas, como Serena Williams, pueden enfrentar desafíos de salud inesperados. Su historia nos recuerda la necesidad de estar atentos a cualquier cambio en nuestro cuerpo y buscar atención médica oportuna.