Los Celtics de Boston, campeones reinantes, se enfrentan a una competencia renovada de parte de los Knicks de Nueva York y los 76ers de Filadelfia.
Ambas franquicias realizaron movimientos audaces en la temporada baja para desafiar el dominio de Boston. Los Knicks adquirieron a Mikal Bridges, un ala-pívot con una reputación formidable en defensa, proveniente de los Nets de Brooklyn. A su vez, los 76ers lograron fichar a Paul George, un escolta con un historial de actuaciones estelares en el Juego de Estrellas.
Pero los Knicks no se conformaron con un solo movimiento. En un cambio que sacudió la liga, también adquirieron al dominicano Karl-Anthony Towns, un centro de élite proveniente de los Timberwolves de Minnesota. "Evidentemente, los Knicks están en ascenso, al igual que nosotros y un par de otros equipos del Este", comentó George. "Así que definitivamente provocaron un gran impacto con esa adquisición".
Las transacciones durante la temporada baja podrían convertir a los tres mejores equipos de la Conferencia Este en equipos de la División del Atlántico. Sin embargo, los Raptors de Toronto y los Nets de Brooklyn se encuentran en etapas de reconstrucción, lo que indica que los Celtics siguen siendo los favoritos para repetir como campeones.
Boston cuenta con un núcleo sólido liderado por Jayson Tatum y Jaylen Brown, quienes se complementan con Jrue Holiday y Derrick White, formando una de las mejores parejas defensivas de bases de la liga. Además, Kristaps Porzingis y Al Horford dominan la pintura.
Los Knicks y los 76ers tienen una larga historia de sequías de títulos, pero con las nuevas adquisiciones, la esperanza se renueva en ambas ciudades. Los Knicks no alcanzan una final de conferencia desde el 2000 y los 76ers no lo hacen desde el 2001, cuando llegaron a las Finales de la NBA.
La batalla por el dominio de la División del Atlántico promete ser emocionante. Las apuestas están altas y la lucha por un lugar en la cima se dará entre los Celtics, los Knicks y los 76ers.