Han pasado más de 10 años desde que ganaron títulos consecutivos en la Bundesliga, y la sombra del Bayern Munich se extiende sobre ellos como una amenaza constante.
A pesar de los triunfos recientes en la Copa Alemana y su participación en la final de la Liga de Campeones, la afición del Dortmund aún anhela el regreso de los días de gloria. La llegada de Nuri Sahin como entrenador, un jugador histórico del club, ha generado expectativas, pero los resultados hasta el momento no son del todo convincentes.
La derrota 5-1 ante el Stuttgart ha sido un golpe duro para las aspiraciones del Dortmund. Sin embargo, Sahin mantiene la calma y asegura que aún es temprano para entrar en pánico. "Comenzar a dudar del trayecto tras seis días de partido sería fatídico", advirtió Sahin esta semana. "Mi trabajo es siempre ofrecer soluciones y mejorar las cosas junto a los chicos".
El equipo está en un proceso de reconstrucción, buscando recuperar la identidad y el espíritu que los caracterizó en el pasado. Desde la partida de Jürgen Klopp en 2015, han pasado siete entrenadores por el banquillo del Dortmund, cada uno con su propia visión y estrategia.
La era Klopp marcó un periodo de oro para el Dortmund, con dos títulos consecutivos en la Bundesliga y la consecución de la final de la Champions League en 2013. Sin embargo, tras su partida, el equipo no ha logrado encontrar la estabilidad que lo llevó a la cima del fútbol alemán.
El Dortmund necesita recuperar su ADN, su estilo de juego agresivo y dinámico que lo hizo tan temido en el pasado. La competencia en la Bundesliga es feroz, con clubes como el Bayer Leverkusen, el Stuttgart y el Leipzig compitiendo por un puesto en la cima.
Sahin tiene la difícil tarea de devolver al Dortmund a su lugar como rival principal del Bayern Munich. El camino no será fácil, pero el equipo está decidido a luchar por el éxito. Su próximo encuentro será ante el recién ascendido St. Pauli el viernes en la Bundesliga, una oportunidad para demostrar que el camino a la gloria aún está abierto.