El dominicano Luis Severino falló dos veces ante esos rodados, lo que derivó en un par de carreras sucias en la segunda entrada. Y después de que los Mets llenaron las bases con un out en la parte baja, el venezolano Francisco Álvarez y el boricua Francisco Lindor se poncharon frente a Walker Buehler.
Los Ángeles brilló y Nueva York se apagó el miércoles en una derrota de 8-0. Los Dodgers tomaron una ventaja de 2-1 en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional.
“Nos apalearon 9-0 en el primer juego, luego volvimos y ganamos el segundo. No veo por qué no podamos volver y hacer eso mañana”, dijo Reed Garrett, relevista de los Mets, quien permitió el jonrón de dos carreras del puertorriqueño Kiké Hernández en la sexta entrada que puso la pizarra 4-0.
Severino permitió que Max Muncy llegara a la inicial al comienzo del segundo inning con el primero de siete boletos otorgados por los lanzadores de los Mets, y el dominicano Teoscar Hernández pegó una rola frente al plato. Álvarez intentó sacar al corredor principal, pero su lanzamiento golpeó a Muncy.
“Quizás intentó hacer demasiado allí”, reconoció su compatriota Carlos Mendoza, mánager de los Mets.
Gavin Lux conectó un batazo ante Severino, finalista en la votación para el Guante de Oro. La jugada fácilmente podría haberse convertido en una doble matanza, pero la pelota rebotó en el guante del lanzador y la única opción de Severino al recogerla fue tirar a primera para el out.
Will Smith, quien extendió su turno a nueve lanzamientos, siguió con otro batazo. La pelota rebotó en el guante de Severino y rodó hacia el campocorto para un hit dentro del cuadro mientras Muncy anotaba la primera carrera del juego.
Tres lanzamientos después, el sacrificio de Tommy Edman construyó una ventaja de 2-0.
“Siento que mi guante arruinó todo en esa entrada”, dijo Severino. “Debí haber atrapado esos batazos. Uno debería haber sido una doble matanza fácil. En el otro yo debería haber retirado al tipo que iba al plato”.