Los Ravens de Baltimore, con su explosivo mariscal de campo Lamar Jackson a la cabeza, se han convertido en una fuerza a tener en cuenta. Tras un inicio titubeante, su ofensiva ha encontrado su ritmo, convirtiéndose en la más potente de la liga.
El factor clave en este resurgimiento ha sido la llegada de Derrick Henry. El corredor, líder de la liga en yardas terrestres, ha inyectado dinamismo al ataque de los Ravens. En su último partido, Henry brilló contra Tampa Bay, acumulando 169 yardas en 15 acarreos y un touchdown. La ofensiva de Baltimore está imparable, promediando 461.4 yardas y 31.1 puntos por partido.
Sin embargo, la defensa de Baltimore presenta algunas dudas. La defensa aérea, la peor de la NFL, permitió al mariscal de campo de los Buccaneers, Baker Mayfield, completar 31 de 45 pases para 370 yardas y tres touchdowns. Esta debilidad en la defensa aérea podría ser un obstáculo en la búsqueda del Super Bowl.
Además, los equipos especiales también presentan problemas. Los Ravens han perdido dos patadas cortas en las últimas semanas, lo que ha permitido a sus rivales anotar puntos. Es crucial que mejoren en este aspecto para evitar situaciones de riesgo.
El próximo reto de los Ravens será un partido crucial contra los Browns de Cleveland. Este enfrentamiento promete ser un choque de titanes, con dos ofensivas de alto calibre y defensivas con puntos débiles. Este partido será un indicador clave de las posibilidades de los Ravens en la búsqueda del Super Bowl.
La temporada de los Ravens está llena de expectativas, y la búsqueda de la gloria en el Super Bowl está en marcha. La ofensiva es poderosa, pero la defensa y los equipos especiales necesitan mejorar para alcanzar la cima.