La energía de los fanáticos mexicanos se sentía en el aire, palpitando con la misma intensidad que los motores de los bólidos que pronto rugirían en el Autódromo Hermanos Rodríguez. La expectación por la llegada de Sergio "Checo" Pérez era palpable.
La conferencia de prensa del piloto mexicano, con el icónico Museo Soumaya como telón de fondo, se transformó en una fiesta. Desde temprana hora, la multitud se congregó con fervor, cargando carteles personalizados con mensajes de apoyo y portando réplicas a escala de los autos de carreras, creando un ambiente único que reflejaba la devoción por el piloto tapatío.
La presencia de Pérez en el escenario, rodeado por el clamor de los fans, fue un momento memorable. La emoción del piloto mexicano, al agradecer el respaldo de su público, se reflejó en sus palabras: “Tengo contrato con Red Bull (hasta 2026) y lo pienso cumplir”.
La jornada continuó con una peculiar "cascarita" en el roof garden del museo, donde Pérez y su compañero de equipo, Max Verstappen, lideraron a dos equipos conformados por figuras del deporte mexicano como Joaquín Beltrán, Jorge Campos, Oribe Peralta, Moisés Muñoz, Miguel Layún, así como el técnico del Pachuca, Guillermo Almada.
La euforia de los aficionados se extendió incluso a los edificios circundantes, donde algunos aprovecharon las ventanas para grabar, gritarles y buscar autógrafos a los dos pilotos de Red Bull.
El Museo Soumaya se convirtió en un espacio de celebración para la Fórmula 1, donde los aficionados mexicanos demostraron su pasión y fervor por Sergio Pérez, creando una atmósfera inigualable que preludia un Gran Premio de México lleno de emoción.