El líder de la franquicia se perderá, al menos, los próximos dos juegos debido a una lesión en el tobillo izquierdo.
La noticia se confirmó tras la derrota ante los Clippers el domingo, donde Curry se resintió la zona afectada. El equipo decidió que la estrella se sometiera a una resonancia magnética, la cual, afortunadamente, no reveló daño estructural. Sin embargo, la resonancia sí detectó una distención del peroneo izquierdo, lo que obligará a Curry a un periodo de descanso.
El equipo ha confirmado que se evaluará la situación de Curry el viernes, por lo que la participación en el juego del sábado contra los Rockets dependerá de la evolución de su recuperación.
El impacto de la ausencia de Curry es innegable. La estrella ha sido fundamental en el éxito de los Warriors esta temporada, liderando al equipo en puntos, asistencias y triples. Su juego ha sido, sin duda, clave para la buena racha de los Golden State.
Los Warriors se enfrentarán a los Pelicans en los próximos dos juegos, el martes y el miércoles, sin la presencia de su estrella. La presión estará sobre sus compañeros para suplir la ausencia de Curry, mientras la afición espera noticias positivas sobre su recuperación.