Las emociones se intensificaron en los últimos minutos del encuentro. Con el tiempo corriendo en contra, los Bills se encontraron en territorio de Miami, a 61 yardas de la zona de anotación. En una situación crucial, el entrenador Sean McDermott confió en Tyler Bass, su pateador de campo, quien había fallado un punto extra al inicio del encuentro.
Bass, con un golpe certero, logró convertir el gol de campo más largo de su carrera, de 61 yardas, con tan solo 5 segundos restantes en el reloj. El balón se elevó con fuerza, pasando por encima de los defensores de Miami y alcanzando la primera fila de fanáticos. Este impresionante gol de campo marcó la diferencia en el partido y se convirtió en el más largo en la historia de la franquicia de los Bills.
Josh Allen, el mariscal de campo de los Bills, brilló en la segunda mitad con tres pases de touchdown, incluyendo uno que le dio la ventaja definitiva a su equipo. Por su parte, Tua Tagovailoa, el mariscal de campo de los Delfines, también tuvo una destacada actuación, pero no pudo evitar la derrota.
Con esta victoria, los Bills alcanzaron un récord de 7-2, el mejor desde 2020, y se posicionaron como líderes de la Conferencia Americana Este, con una ventaja de cuatro juegos sobre los Jets de Nueva York. Además, los Bills se adjudicaron la victoria por sexta vez consecutiva sobre los Delfines, consolidando su dominio sobre su rival divisional.