La energía del público se contagió a los jugadores, quienes saltaron a la duela con una intensidad pocas veces vista.
En la primera mitad, la ofensiva de los Cavaliers fue una máquina imparable. Darius Garland y Evan Mobley lideraron la ofensiva con una combinación de tiros certeros y pases inteligentes. La ventaja se fue acumulando poco a poco, hasta que al final del segundo cuarto, el marcador reflejaba una diferencia abismal: 83-42 a favor de Cleveland. Era una remontada histórica.
La segunda mitad fue un trámite para los Cavaliers. Con el momentum a su favor, los jugadores siguieron dominando la cancha, manteniendo la distancia con los Warriors, que nunca pudieron encontrar la forma de contrarrestar el ataque de los locales. Ty Jerome se sumó al festín ofensivo con 20 puntos, incluyendo 13 en la primera mitad, y los Cavaliers aseguraron la victoria sin mayor problema.
Con este triunfo, los Cavaliers alcanzaron un hito sin precedentes en la historia de la franquicia: 10 victorias consecutivas. Además, se convirtieron en el primer equipo en la historia de la NBA en ganar sus primeros 10 partidos de la temporada y anotar al menos 110 puntos en cada uno de ellos. Un logro que confirma el poderío ofensivo del equipo.