La contundencia del ataque de los Cardenales se evidenció desde el inicio. En cuatro de sus primeras cinco posesiones, lograron cruzar la línea de gol, acumulando una ventaja que no perdieron en ningún momento. Murray, con una precisión excepcional, completó 22 de 24 pases para un total de 266 yardas, incluyendo un récord de la franquicia de 17 pases consecutivos. Además, sumó 21 yardas por tierra con dos touchdowns.
James Conner, uno de los receptores estrella de los Cardinals, brilló con cinco recepciones para 80 yardas. Marvin Harrison Jr., en su temporada de novato, atrapó su sexto pase de touchdown, demostrando su potencial como uno de los futuros líderes del ataque.
La defensa de los Cardinals, por su parte, se mostró férrea, sin permitir un touchdown por tercer juego consecutivo en casa. La presión sobre el quarterback de los Jets, Aaron Rodgers, fue constante, obligándolo a cometer errores cruciales. En el último cuarto, la defensa de Arizona incluso recuperó un balón suelto de Rodgers en cuarta oportunidad dentro de la zona de anotación, frustrando la esperanza de remontada de los Jets.
La victoria de los Cardinals, contundente por 31-6, les permitió conseguir su cuarto triunfo consecutivo, consolidando su posición como uno de los equipos a vencer en la liga.