Jake Paul, conocido por su ascenso en el mundo del entretenimiento digital, se enfrentó al ex campeón de peso pesado Mike Tyson, quien a sus 58 años, mostró signos de su experiencia y edad en el cuadrilátero. A pesar de que la victoria de Paul fue por decisión unánime, el evento no solo fue significativo por el resultado, sino también por el impacto que tuvo en el ámbito de las apuestas deportivas.
Según datos de BetMGM, esta pelea se convirtió en la más apostada en la historia de la plataforma, superando cualquier otro evento de combate. Craig Mucklow, vicepresidente de comercio en Caesars Sportsbook, destacó que el interés en la pelea fue comparable al de un juego de la NFL, lo que refleja la magnitud del evento. “Sabíamos que habría un interés tremendo en la pelea, como lo sugerían las apuestas, ya que era un enfrentamiento generacional en términos demográficos de la clientela”, comentó Mucklow.
La dinámica de las apuestas fue fascinante. A pesar de que Paul era el favorito, un notable 67% de los boletos y el 53% del dinero apostado en BetMGM favorecieron a Tyson. La mayoría de las apuestas se centraron en propuestas específicas, siendo la más popular la de Tyson ganando por nocaut o decisión. “Que Paul ganara fue un buen resultado para la casa de apuestas”, afirmó Alex Rella, comerciante senior de BetMGM.
Este evento, realizado en el Estadio AT&T en Arlington, Texas, no solo marcó un hito en términos de apuestas, sino que también subrayó la evolución del boxeo y su capacidad para atraer a nuevas audiencias. La combinación de nostalgia y modernidad en el ring ha abierto un nuevo capítulo en la historia de los deportes de combate.```