La pelea, que enfrentó a Jake Paul y Mike Tyson, logró recaudar un asombroso total de 18.1 millones de dólares, superando el récord anterior de 9 millones de dólares establecido por el famoso boxeador mexicano Saul “Canelo” Álvarez en 2021. Este evento, que reunió a aproximadamente 72,000 aficionados, se destacó no solo por su magnitud, sino también por la calidad de la cartelera, que incluyó un emocionante combate por el campeonato superligero entre Katie Taylor y Amanda Serrano.
La victoria de Paul fue contundente, ya que dominó la pelea, ganando todos los asaltos excepto uno en las tarjetas de los jueces. Este triunfo representa su 11ª victoria en 12 peleas, consolidando su reputación en el boxeo profesional, donde ha logrado siete nocauts en un lapso de cuatro años y medio desde su debut.
Además, el evento atrajo un interés sin precedentes en las apuestas. Según BetMGM, fue el combate de boxeo o artes marciales mixtas más apostado en su historia, recibiendo tres veces más apuestas y cuatro veces más dinero que cualquier otro evento de combate. Un ejecutivo de Caesars Sportsbook comparó el nivel de interés con el de un juego de la NFL en horario estelar.
Por si fuera poco, la transmisión del evento a través de Netflix alcanzó un pico de 65 millones de espectadores, marcando un nuevo capítulo en la plataforma de streaming para eventos deportivos en vivo. Con planes de transmitir dos juegos de la NFL el día de Navidad y un episodio de WWE “Raw” el 6 de enero, Netflix continúa expandiendo su oferta en el ámbito deportivo.