Con el tiempo corriendo y la presión en aumento, un momento decisivo se avecinaba.
Nick Chubb, el destacado corredor de los Browns de Cleveland, logró un impresionante touchdown de 2 yardas a solo 57 segundos del final, sorprendiendo a su rival de división, los Steelers de Pittsburgh, con un marcador final de 24-19. Este triunfo no solo significó el fin de la racha de cinco victorias consecutivas de los Steelers, sino que también marcó el regreso de Chubb tras una grave lesión en la rodilla que lo había mantenido fuera de acción en su último encuentro contra Pittsburgh.
Los Browns, que ahora tienen un récord de 3-8, habían visto cómo se desvanecía una ventaja de 12 puntos en el último cuarto, cayendo detrás 19-18. Sin embargo, un error del pateador de Pittsburgh, Corliss Waitman, permitió a Cleveland recuperar la posesión del balón con 3:22 en el reloj. En medio de la nevada, el mariscal de campo Jameis Winston conectó un pase crucial a Jerry Jeudy, llevándolos a la yarda 9 de los Steelers.
En una serie de jugadas rápidas, Chubb se abrió camino hacia la zona de anotación, desatando la euforia entre los seguidores de los Browns. A pesar de que los Steelers intentaron una última jugada con un Hail Mary de su mariscal de campo Russell Wilson, la defensa de Cleveland, liderada por el safety Grant Delpit, interceptó el pase en la zona de anotación, sellando así la victoria.
Este triunfo no solo alivia la presión sobre el entrenador Kevin Stefanski, sino que también brinda a los aficionados de Cleveland un motivo para celebrar en una temporada que ha sido complicada. La victoria en este clásico de la AFC Norte resuena con fuerza, dejando una huella imborrable en la memoria de los seguidores.