La emoción y la alegría se desbordaron en el estadio La Nueva Olla de Asunción, donde se jugó la final de la Copa Sudamericana.
El Racing Club se coronó campeón al derrotar al Cruzeiro por 3-1. La victoria se logró gracias a una sólida actuación en todas las líneas del equipo argentino. Los goles de Gastón Martirena y Adrián "Maravilla" Martínez en la primera parte, y el de Roger Martínez en el tiempo agregado del complemento, sellaron el triunfo.
"Ganamos y lo merecimos, porque hicimos un buen primer tiempo. Luego sufrimos; si no sufrimos, no es Racing", declaró el entrenador Gustavo Costas en rueda de prensa. "Este grupo y la gente se lo merecen. Contento y orgulloso de estos chicos".
El Racing Club es uno de los cinco grandes del fútbol argentino y ha tenido una larga historia de éxitos. Fue el primer tricampeón de su país, primer campeón argentino de la Copa Libertadores y también de la Copa Intercontinental. Sin embargo, después de una larga sequía, el equipo ha vuelto a conquistar un título internacional.
La victoria también le dio al Racing Club un cupo a la próxima Copa Libertadores y un premio de 6 millones de dólares. El Cruzeiro, por otro lado, se llevó 2 millones de dólares.
El partido se jugó en un estadio con una sensación térmica de 40 grados centígrados, lo que hizo que la pausa de hidratación fuera necesaria. Después de la detención, el técnico del Cruzeiro, Fernando Diniz, ordenó a sus jugadores que intentaran convertir la posesión del balón en acercamientos al área rival.
El Cruzeiro descontó a los 53 minutos por intermedio de Kaio Jorge, pero no logró batir la sólida defensa del Racing. En el descuento, con el elenco brasileño jugado en ataque, Roger Martínez concretó un contragolpe y sentenció el resultado.
La victoria del Racing Club es un logro importante para el equipo y sus hinchas. Después de una larga sequía, el equipo ha vuelto a conquistar un título internacional y ha demostrado su capacidad para competir a nivel continental.