El informe destaca que la inversión de Arabia Saudí en el deporte es una forma de "blanquear" su imagen y mejorar su reputación en el mundo. "La estrategia deportiva de Arabia Saudí busca desviar la atención de estas realidades, revelando la tensión entre los ideales del deporte y las realidades del poder, el dinero y la política", dijo Stanis Elsborg de Play The Game.
La FIFA, el ente rector del fútbol mundial, ha sido criticada por su relación con Arabia Saudí. El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, ha estrechado lazos con el príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman desde 2018, a pesar de las críticas por el historial de derechos humanos de la nación.
El informe también destaca que la decisión de la FIFA de otorgar la Copa del Mundo 2034 a Arabia Saudí es el resultado de años de inversiones estratégicas y maniobras detrás de escena. La propia FIFA firmó un acuerdo con Aramco en abril como patrocinador en la máxima categoría del Mundial, con un valor de 100 millones de dólares cada año hasta 2027.
Los funcionarios estatales y deportivos saudíes han citado consistentemente el programa Visión 2030 del príncipe heredero para diversificar la economía más allá de la dependencia del petróleo y modernizar la sociedad tradicionalmente conservadora. Sin embargo, el informe destaca que la inversión en el deporte es solo una forma de mejorar la imagen de la nación, sin abordar los problemas de derechos humanos.
La decisión de la FIFA de otorgar la Copa del Mundo 2034 a Arabia Saudí se anunciará el 11 de diciembre en una reunión en línea. Se espera que la decisión sea aprobada por la mayoría de las federaciones miembros, a pesar de las críticas por la relación entre la FIFA y Arabia Saudí.
El experto en finanzas deportivas Dan Plumley dijo que "es muy complejo, hay muchas partes interconectadas" en la relación entre la FIFA y Arabia Saudí. "Vivimos en una utopía si pensamos que el deporte y la política pueden separarse en el mundo moderno porque eso es imposible", dijo Plumley.