Un calendario implacable, con partidos cruciales que pondrán a prueba hasta el último gramo de su preparación.
Los Steelers (10-4), líderes del AFC Norte, enfrentan un reto monumental. Después de una derrota contundente ante los Eagles (27-13), la urgencia por la victoria se ha intensificado. El partido contra Filadelfia, un encuentro que se esperaba con ansias, dejó al descubierto ciertas debilidades, especialmente en la segunda mitad donde los Eagles dominaron por completo el juego.
La derrota no fue solo un resultado, sino una "lección implacable", según reconoció el entrenador Mike Tomlin. El equipo, acostumbrado a su intenso entrenamiento bajo la batuta de Tomlin, se vio superado en varios aspectos. La línea ofensiva sufrió, los errores, inusuales en la temporada de los Steelers, se multiplicaron. El control del tiempo de juego, clave para la estrategia de Pittsburgh, quedó en manos de los Eagles.
Un ejemplo claro fue la "obra maestra de 21 jugadas" que los Eagles ejecutaron en el último cuarto, una demostración de eficiencia y control que dejó a los Steelers sin margen de reacción. Los problemas se extendieron a la defensa: fallas en las tacleadas y asignaciones incorrectas permitieron a Filadelfia avanzar sin mayores dificultades.
Las dos entregas de balón de Filadelfia, oportunidades doradas para los Steelers, se desperdiciaron, una con un despeje y la otra con un gol de campo, este último resultado agravado por una falta personal cuestionable contra Calvin Austin III. La defensa de los Eagles, por su parte, contó con una actuación destacable de Darius Slay, quien según evidencias de video, cometió una agresión sin sanción.
A pesar de la derrota, no todo fue negativo. La unidad de cambios de balón, liderada por Grady Brown, mostró su eficacia, forzando entregas claves, como la realizada por T.J. Watt. El equipo logró un máximo de 30 entregas de balón en la temporada de la NFL, cifra que destaca a pesar del resultado del partido. Ahora, el reto se centra en el próximo enfrentamiento contra Baltimore, un rival con el que los Steelers tienen un historial favorable. Una victoria significaría el título divisional, un objetivo que se antoja cercano, pero que exige una pronta corrección de errores y una preparación impecable para los próximos desafíos.