El ambiente dentro del equipo de los Falcons, sin embargo, es el reflejo de un cambio significativo, un giro inesperado que ha dejado a más de uno con la boca abierta.
El nombre que resuena en los pasillos del Mercedes-Benz Stadium es Michael Penix Jr., el novato que ha sorprendido a todos al arrebatarle la titularidad a un jugador de la talla de Kirk Cousins. Sí, el veterano mariscal de campo, fichado con un contrato monumental de cuatro años y 180 millones de dólares (con 100 millones garantizados), se ha visto relegado al banquillo.
La decisión, tomada por el entrenador Raheem Morris tras una reunión crucial el martes por la noche, no fue sencilla. “Es fútbol americano profesional, y había un estándar que tengo para mí mismo y que el equipo tiene para mí,” explicó Cousins el miércoles, admitiendo que su rendimiento no había estado a la altura de las expectativas. En los últimos cinco partidos, los Falcons tuvieron un registro de 1-4, con Cousins lanzando un solo touchdown y acumulando nueve intercepciones. Una estadística que habla por sí sola.
El contraste entre ambos quarterbacks es notable. Mientras Cousins admite que no ha estado a la altura, Penix irradia calma. “No creo que nadie tenga que decir nada para que Mike se mantenga tranquilo,” comentó el coordinador ofensivo Zac Robinson. A pesar de la presión que conlleva su nuevo rol, Penix se muestra seguro: “Estaré nervioso al salir del vestuario, pero será diferente cuando salga al campo… Es un cambiar el interruptor, estaré listo.”
La situación, sin embargo, no está exenta de implicaciones financieras. Morris reconoció que la decisión de sentar a Cousins tiene un impacto significativo en el presupuesto del equipo. Pero el énfasis del entrenador en la búsqueda del primer puesto en playoffs desde 2017, y la ventaja de desempate frente a Tampa Bay, parecen haber pesado más en la balanza. El propietario, Arthur Blank, según Morris, ha mostrado su apoyo a la decisión.
El ascenso de Penix no es un simple cambio temporal. “No creo que nada sea permanente en la NFL,” aclaró Morris, “Pero, ahora mismo, Mike Penix es nuestro quarterback y vamos a respaldarlo.” Penix, por su parte, recibió la noticia mientras hacía compras con su novia y asegura sentirse “súper bendecido” con la oportunidad.
Con una semana corta de preparación antes del crucial partido contra los Giants, los Falcons se juegan todo. La presión es inmensa, pero el equipo confía en que Penix pueda ser la pieza clave que los lleve a la postemporada. El futuro inmediato está en manos del joven mariscal de campo, mientras Cousins, a pesar del costoso contrato, ha prometido su apoyo incondicional.