En ese contexto, los Atléticos de Oakland han estado muy activos en el mercado de fichajes. Recientemente, hicieron una importante adquisición al fortalecer su rotación con la llegada de los lanzadores zurdos Jeffrey Springs y Jacob López, provenientes de los Rays de Tampa Bay. Este movimiento, que implicó un intercambio de varios jugadores, ilustra la ambición del equipo por competir.
Pero las novedades no terminan ahí. “El club está construyendo su plantilla para jugar al menos las próximas tres temporadas en West Sacramento, antes de mudarse a Las Vegas”, se confirmó de fuentes cercanas al equipo. Este dato contextualiza las decisiones de los Atléticos y explica la búsqueda de jugadores con un contrato a largo plazo, no solo para esta temporada.
Y es aquí donde entra en juego Gio Urshela. El antesalista colombiano, de 33 años, ha firmado un acuerdo por un año con los Atléticos, pendiente de un examen físico. Urshela, que cuenta con una destacada trayectoria en las Grandes Ligas con equipos como los Yankees y los Bravos, aporta experiencia y solidez a la tercera base. Su registro de la temporada pasada, .250 de promedio de bateo con 9 jonrones y 52 carreras impulsadas, refleja su capacidad ofensiva.
Cabe destacar que la llegada de Urshela no es la única incorporación relevante para Oakland. A principios de mes, se confirmó la contratación de Luis Severino, veterano lanzador derecho, por un contrato de tres años y 67 millones de dólares, mostrando una clara inversión en el futuro del equipo. Todo esto apunta a una estrategia ambiciosa de reconstrucción de la franquicia californiana.
La tercera base, posición clave en el diamante, ha encontrado en Urshela un jugador con la experiencia y capacidad para reforzar la alineación de los Atléticos. La firma, aún pendiente de exámenes médicos, se presenta como una pieza más en el rompecabezas que Oakland está armando para las próximas temporadas.