Esta vez, la atención se centró en un encuentro que superó todas las expectativas, un duelo que pasará a la historia por su velocidad y efectividad.
El protagonista indiscutible fue el Bayern Múnich, que se enfrentó al Leipzig en un partido que, desde el pitido inicial, prometía ser electrizante. Y no defraudó. Jamal Musiala, con una anotación a los 28 segundos, rompió el hielo. Pero la respuesta del Leipzig fue inmediata. Apenas 60 segundos después, Benjamin Šeško empataba el marcador, estableciendo un nuevo récord en la Bundesliga: nunca antes dos equipos habían anotado en los primeros dos minutos de un partido. "Un inicio de partido increíble, nunca lo había visto antes", declaró un analista deportivo tras el encuentro.
Después de este arranque frenético, el juego se estabilizó momentáneamente, pero la intensidad no decayó. El Bayern, lejos de amedrentarse, tomó el control. Konrad Laimer, con una precisa volea, puso de nuevo en ventaja al Bayern a los 25 minutos contra su antiguo club. Su gol fue una muestra de la precisión y potencia que caracteriza al equipo bávaro. La superioridad del Bayern se hizo evidente con el golazo de Joshua Kimmich a los 34 minutos, un disparo desde casi 30 metros que dejó sin reacción al portero del Leipzig.
La goleada se concretó con las anotaciones de Leroy Sané y Alphonso Davies, este último consiguiendo su primer gol en la liga esta temporada. El resultado final, un contundente 5-1, refleja la superioridad del Bayern durante la mayor parte del encuentro. El regreso de Harry Kane, tras superar una lesión en el tendón de la corva, fue una buena noticia para el equipo, aunque aún se le notó la falta de ritmo tras dos partidos de ausencia; jugó 87 minutos aportando su experiencia al equipo.
Este triunfo permite al Bayern aumentar su ventaja a siete puntos sobre el Bayer Leverkusen, actual campeón, que jugará contra el Friburgo este sábado. La victoria supone un respiro para el gigante bávaro, después de una racha irregular con dos derrotas y un empate en sus cinco partidos anteriores, incluyendo una derrota 2-1 ante el Mainz la semana pasada; su primer tropiezo en la Bundesliga en meses. La victoria significa retomar el camino hacia el título.