El nombre de Josh Allen resuena, inevitablemente, en cualquier conversación sobre los Bills. Su capacidad para lanzar el ovoide a distancias impensables es legendaria. Sin embargo, esta temporada, sus estadísticas de pase han mostrado una ligera disminución, promediando 237 yardas por partido, frente a las 284 de 2020. ¿Un declive preocupante? Para nada.
La clave se encuentra en la transformación del juego terrestre de Buffalo. La irrupción de James Cook, con sus 14 touchdowns (empatado en el liderato de la NFL al cierre de esta nota), ha sido fundamental. Su carrera de 46 yardas para touchdown en el juego contra los Patriots, remontando un déficit de 14-0, ilustra a la perfección el nuevo enfoque. Este cambio estratégico se refleja en los 29 touchdowns terrestres de la temporada para los Bills, igualando el récord del equipo establecido en 2016.
“El ataque terrestre alivia la presión sobre Allen de tener que ganar juegos con su brazo,” comenta un analista deportivo. Este nuevo equilibrio, lejos de ser una debilidad, se presenta como una fortaleza. Los Bills están promediando 366.5 yardas por partido, una cifra que, si bien es ligeramente inferior a la temporada pasada (374.5), no ha afectado su impresionante racha de victorias.
Este cambio no es casual. La decisión del entrenador Sean McDermott de reemplazar a Ken Dorsey por Joe Brady como coordinador ofensivo a mitad de la temporada pasada ha sido decisiva. La apuesta por un juego más balanceado, que integra la potencia terrestre con la destreza aérea de Allen, ha dado sus frutos: los Bills han logrado 12 victorias por octava vez en su historia, y tercera vez desde 2020.
Con un récord de 12-3 y la posibilidad de terminar 8-0 en casa por segunda vez en su historia, los Bills se enfrentan a los Jets de Nueva York en el cierre de su calendario regular. La expectativa es alta, pero más allá del resultado, la verdadera victoria radica en la demostración de una versatilidad y una estrategia ofensiva que ha llevado a Buffalo a un nuevo nivel de competitividad, un nivel que va mucho más allá de los números individuales.