La temporada regular está llegando a su fin, y con ella, una avalancha de decisiones cruciales para el futuro de varias franquicias.
En medio de este panorama complejo, Aaron Rodgers, el veterano mariscal de campo de los Jets de Nueva York, ha dejado entrever una realidad inesperada: su futuro con el equipo neoyorquino pende de un hilo. A sus 41 años, y tras una temporada marcada por lesiones y un desempeño irregular, Rodgers se enfrenta a una encrucijada. “Creo que hay un mundo donde simplemente dicen, ‘Gracias, vamos a tomar otra dirección’ el 6 de enero,” declaró en su aparición semanal en “The Pat McAfee Show”.
Esta declaración, lejos de ser una simple especulación, refleja una situación interna compleja en los Jets. La franquicia ha experimentado una profunda reestructuración en su directiva. Joe Douglas, el gerente general, y Robert Saleh, el entrenador en jefe, fueron despedidos. Jeff Ulbrich asumió interinamente la dirección del equipo, pero el futuro de la organización está lejos de estar definido. Los Jets, con un decepcionante récord de 4-11, se perderán los playoffs por decimocuarto año consecutivo, un hecho que sin duda influye en las decisiones que se avecinan.
El panorama se complica aún más al considerar el contrato de Rodgers, que se extiende hasta la próxima temporada. La decisión de mantenerlo o dejarlo partir recae en Woody Johnson, el propietario del equipo, quien deberá sopesar diferentes factores. Una información publicada recientemente por The Athletic, habla de “un nivel de disfunción dentro de la franquicia”, incluso mencionando la posible influencia de los hijos adolescentes de Johnson en las decisiones de la organización. Ante esta situación, Rodgers se muestra resignado pero con un dejo de ironía: “Ser liberado sería una primicia. Ser liberado por un novato, eso también sería una primicia.”
A pesar de sus problemas, Rodgers ha demostrado su valía a lo largo de su trayectoria. En la derrota ante los Rams, lanzó su pase de touchdown número 499 de la temporada regular, acercándose a un hito histórico. Esta temporada, acumula 24 pases de touchdown y 8 intercepciones. Sin embargo, las dificultades del equipo no han pasado desapercibidas para el jugador, quien sugiere que las filtraciones internas afectan la dinámica y el rendimiento del equipo. “Cuando eso se resuelva, será un poco más fácil ganar,” afirma Rodgers.
La incertidumbre rodea a los Jets. El futuro de Rodgers, el nuevo rumbo de la franquicia, y las consecuencias de las decisiones tomadas en las próximas semanas, dejarán una huella profunda en la historia del equipo. El 6 de enero será una fecha clave.