La tensión es palpable, una mezcla de anticipación y un dejo de melancolía.
El foco de atención recae en Saquon Barkley, el corredor estrella, cuya temporada ha sido excepcional. Su conversación con su padre, Alibay, fue clave en las decisiones que se tomaron. “Definitivamente él quería que jugara,” confesó Barkley el miércoles. Esta conversación, lejos de ser una simple charla, reflejó la compleja balanza entre ambición personal y la lealtad al equipo.
Barkley termina la temporada con 2.005 yardas terrestres, a solo 101 yardas del récord de Eric Dickerson (2.105 yardas en 1984). La posibilidad de romper la marca se esfuma debido a la decisión de no jugar el último partido de la temporada regular contra los Giants. Esta decisión, aunque difícil, fue consensuada.
La decisión final recayó en el entrenador Nick Sirianni, quien tras varias conversaciones con Barkley, jugadores, entrenadores y el gerente general Howie Roseman, optó por darle descanso a Barkley para evitar una posible lesión. “Al final del día, lo más importante es ganar,” insistió Barkley, reflejando la filosofía del equipo y la prioridad del Super Bowl.
Esta decisión, aunque pueda parecer controvertida para algunos fanáticos deseosos de ver a Barkley batir el récord, refleja una estrategia más amplia. Jalen Hurts, el quarterback titular, también estará en descanso por la recuperación de una conmoción cerebral. Sirianni busca asegurar la salud de sus jugadores estrella antes de los playoffs.
El descanso no está exento de cierta tristeza. “A todos nos gustaría tener el récord,” dijo el tackle ofensivo Lane Johnson. La perspectiva de un juego de playoffs sin Barkley, un jugador que ha superado marcas históricas de corredores de los Eagles como LeSean McCoy, Brian Westbrook y Wilbert Montgomery, genera cierta nostalgia. Barkley, sin embargo, estableció el récord de los Eagles para yardas terrestres en una sola temporada, con 2.283 yardas totales, superando incluso la marca de McCoy de 2.146 yardas en 2013.
La temporada de Barkley ha estado llena de momentos brillantes: 147 yardas contra Nueva Orleans, 176 contra los Giants, y una destacada actuación contra los Rams con 255 yardas y dos touchdowns. A pesar de la frustración por no alcanzar el récord, Barkley se muestra en paz con la decisión: “Estoy verdaderamente en paz con eso,” afirmó.
Con Kenny Pickett lesionado, Tanner McKee será el quarterback titular en el último juego de temporada regular. El enfoque ahora se centra completamente en los playoffs y en la ansiada búsqueda del Super Bowl. La salud de los jugadores clave es la prioridad máxima para el equipo, priorizando una sólida campaña rumbo al Super Bowl sobre récords individuales.
La ausencia de Barkley en el último juego de temporada regular marca un capítulo inesperado en la narrativa de la temporada. Pero más allá de estadísticas y récords, la búsqueda del Super Bowl se mantiene como el único objetivo irrefutable para el equipo y su estrella corredor.