Los Bills de Buffalo, con su ya asegurada posición como segundo sembrado en la AFC, están a punto de escribir un nuevo capítulo en su historia. Este año, 13 jugadores ya han anotado al menos un touchdown recibiendo un pase, una cifra que los ubica como el noveno equipo en la historia de la NFL en lograr esta hazaña. Pero la historia no termina ahí. El equipo se encuentra a un solo jugador de romper el récord absoluto.
La clave de este éxito ofensivo, según los propios jugadores, reside en la filosofía de “todos comen” implementada por el coordinador ofensivo, Joe Brady, en mayo. Esta estrategia nació de la necesidad de compensar la pérdida de jugadores clave como Stefon Diggs y Gabe Davis, quienes representaban una gran parte de la producción ofensiva del equipo en temporadas anteriores. “Pon la pelota en juego y juega. Tenemos muchos chicos que pueden hacer las jugadas, así que cuando se les da la oportunidad, las hacen”, afirma el receptor novato Keon Coleman.
Sin embargo, la posibilidad de romper el récord no es una cuestión de ego, sino de un esfuerzo colectivo. Jugadores como Reggie Gilliam, el único jugador en una posición de habilidad en la lista activa que aún no ha anotado un touchdown recibiendo, y Jalen Virgil, del equipo de prácticas, son candidatos a ser el número 14. Incluso se menciona la posibilidad de que Alec Anderson, un tackle ofensivo, pueda anotar. “Sería increíble”, comenta Anderson. “Pero si surge mi oportunidad, creo que la aprovecharé”.
Este enfoque desinteresado ha llevado a los Bills a una temporada excepcional, con 509 puntos y 63 touchdowns, sin que ningún jugador individual haya superado las 1000 yardas recibiendo o corriendo. Jugadores como Mack Hollins (con cinco touchdowns), y otros con cuatro o más, demuestran la profundidad del talento del equipo. Incluso el propio Josh Allen figura en la lista, tras anotar en un lateral. “Todos comen tiene un significado mucho más profundo en cuanto a que los chicos tienen que cuidarse unos a otros”, explica Khalil Shakir, destacando la importancia del trabajo en equipo.
La anotación de Tyrell Shavers en la semana pasada, su primer touchdown en la NFL, es un ejemplo perfecto de esta filosofía. Su anotación en un pase pantalla provocó una celebración masiva. “Muestra que no hay gente egoísta en este equipo. Todos solo quieren ganar”, afirmó Shavers, dejando en el aire la pregunta de quién será el próximo en unirse a la lista de anotadores. Los Bills, quienes ya lograron esta hazaña en 2020, se preparan para enfrentar a los Patriots en su último juego de temporada regular, con la posibilidad histórica de escribir un nuevo récord en la NFL.