El protagonismo se lo llevaron los Arizona State Sun Devils, quienes se impusieron a los Colorado Buffaloes con un contundente marcador de 81-61. Pero la victoria no fue un simple triunfo; fue un despliegue de eficiencia ofensiva y solidez defensiva que dejó a los aficionados boquiabiertos.
BJ Freeman lideró la ofensiva de Arizona State con 19 puntos, una demostración de talento y precisión que marcó el ritmo del partido. No estuvo solo: Jayden Quaintance logró un doble-doble, sumando 11 puntos y 10 rebotes, una contribución fundamental para el dominio del equipo en la cancha. A esto se suma la destacada actuación de Basheer Jihad, quien aportó 17 puntos, y la eficacia de Amier Ali desde la línea de tiros libres, con un impresionante 7 de 7 para un total de 10 puntos.
El triunfo de Arizona State se cimentó en un juego colectivo sobresaliente. Su porcentaje de tiros de campo fue del 51.9% (28 de 54), incluyendo un notable 46.4% (13 de 28) en triples. Esta precisión quirúrgica en los lanzamientos fue clave para mantener a raya a los Buffaloes.
Del lado de Colorado, Trevor Baskin fue la figura destacada, con 23 puntos desde la banca, una cantidad que incluso superó por dos puntos la anotación combinada de los titulares del equipo. "Fue una noche complicada, pero Baskin demostró su potencial", se escuchó decir a un miembro del cuerpo técnico de Colorado después del encuentro.
La superioridad de Arizona State se hizo evidente desde temprano. Un parcial de 14-2 en los primeros minutos del encuentro, con un triple de Alston Mason como detonante, marcó la pauta del encuentro. Posteriormente, un contundente parcial de 13-0 a mediados del segundo cuarto sentenció prácticamente el partido.
Arizona State, con este triunfo (10-3, 1-1), se anota su primera victoria en la Big 12 Conference. Ahora se enfrentan a un reto mayúsculo: un encuentro contra el séptimo clasificado, Kansas, el próximo miércoles. Mientras tanto, Colorado, con su derrota, continúa su gira enfrentando a Central Florida el mismo día.