Para los Steelers de Pittsburgh, la situación es particularmente compleja. A pesar de haber asegurado su lugar en los playoffs semanas atrás, llegan a esta instancia con una racha de cuatro derrotas consecutivas, un hecho histórico en la liga. “Necesitamos jugar un fútbol ganador y no lo estamos haciendo en este momento,” admitió el linebacker estrella, T.J. Watt, reflejando la preocupación generalizada.
El quarterback, Russell Wilson, se mostró cauto pero determinado: “Creo que lo mejor que podemos hacer es prepararnos para los playoffs. Es una nueva temporada. Eso es lo único que realmente importa en este punto.” Su perspectiva, aunque optimista, no oculta la realidad de un equipo que ha perdido el control de la AFC Norte y enfrenta un panorama incierto.
El partido contra los Bengals, donde cayeron por un ajustado 19-17, puso de manifiesto las debilidades de los Steelers. Su defensa, que había sido una fortaleza, tuvo un desempeño significativamente inferior en diciembre, permitiendo más de 400 yardas por juego en las tres derrotas previas. En el encuentro contra Cincinnati, los Bengals acumularon 314 yardas de ofensiva total, mientras que Pittsburgh se quedó en 193, una cifra que refleja la falta de fluidez ofensiva, especialmente en el tercer cuarto donde Wilson completó solo un pase.
El futuro inmediato de los Steelers depende del resultado del partido entre los Raiders de Las Vegas y los Chargers de Los Ángeles. Una victoria de los Raiders evitaría un enfrentamiento de primera ronda contra su acérrimo rival, los Baltimore Ravens, campeones de la AFC Norte. De lo contrario, Pittsburgh viajará a Houston para su juego inaugural de playoffs. Las estadísticas de Wilson en el último encuentro (17 de 31 para 148 yardas y un touchdown) muestran una imagen mixta: un quarterback que, pese a todo, mantiene la esperanza. El desafío ahora es claro: transformar la adversidad en impulso hacia la victoria.
La temporada regular ha terminado, pero para los Steelers, la verdadera temporada comienza ahora.