Un nuevo año se aproxima, cargado de expectativas y la urgencia de demostrar un progreso real.
El mariscal de campo, Kyler Murray, de 27 años, se dirigió a sus compañeros de equipo un día antes del final de la temporada, un gesto inusual para este jugador popular pero reservado. Su mensaje fue conciso pero contundente: "El tiempo no es infinito." Una declaración que resuena con fuerza considerando el récord de 8-9 y la decepción de quedarse fuera de los playoffs, a pesar de haber mejorado en cuatro victorias respecto al año pasado. Este año, con un inicio prometedor de 6-4 antes de la semana de descanso en noviembre, las cosas se torcieron, perdiendo cinco de sus últimos siete encuentros.
La presión recae sobre Murray y el entrenador Jonathan Gannon, quienes finalizan su segunda temporada juntos. Mientras Murray, con solo una aparición en postemporada en seis años de carrera, busca demostrar su valía y asegurar su futuro en Arizona (a pesar de tener contrato hasta 2028), Gannon, por su parte, ha mostrado un apoyo inquebrantable a su quarterback: "Es un competidor y vamos a ir a donde él nos lleve," afirmó.
Sin embargo, el futuro no depende solo de Murray. El gerente general, Monti Ossenfort, ha trabajado en fortalecer el núcleo del equipo. Se han logrado importantes extensiones de contrato, como las de Budda Baker (safety) y James Conner (corredor). A ellos se suma el talento de:
- Trey McBride (ala cerrada), quien obtuvo su primera nominación al Pro Bowl.
- Marvin Harrison Jr. (receptor), novato con un récord de ocho touchdowns por recepción.
- Paris Johnson Jr. (tackle izquierdo).
Harrison, a pesar de su brillante temporada, reconoce áreas de mejora: "Ese fue el enfoque para mí personalmente una vez que fuimos eliminados (de los playoffs)... Él solo va a mejorar y nosotros solo vamos a mejorar. Estoy emocionado." La defensa, aunque superó las expectativas bajo la dirección de Nick Rallis, necesita refuerzos, especialmente en la línea defensiva. Se espera actividad de Ossenfort en el mercado de agentes libres y en el draft, donde los Cardinals cuentan con la selección global número 16.
La temporada baja se presenta como un periodo crucial para definir el rumbo del equipo en los próximos años. La combinación de talento joven, jugadores consolidados y las decisiones estratégicas de la gerencia, serán claves para determinar si los Cardinals finalmente logran competir por un lugar en los playoffs en 2025.