Hablamos de un jugador que ha demostrado su valía, superando obstáculos y demostrando su compromiso con el deporte.
Su nombre: César Huerta, un delantero de 24 años que, tras un camino sinuoso por diferentes equipos, está a las puertas de cumplir su sueño europeo. Después de dos años y medio con Pumas, donde se consolidó como una pieza clave, Huerta se prepara para un nuevo reto: fichar con el Anderlecht de Bélgica.
Su trayectoria, lejos de ser lineal, es un ejemplo de resiliencia. Debutó con Chivas en 2018, pero su paso por el primer equipo fue fugaz. Posteriormente, tuvo que recorrer el camino de la segunda división con el Zacatepec, filial del Guadalajara. Regresó a Chivas en dos ocasiones más, pero fue cedido a préstamo a Morelia y Mazatlán antes de su traspaso a Pumas en 2022, a cambio del lateral Alan Mozo. En total, jugó 26 partidos con el "Rebaño Sagrado".
“Estoy muy feliz y a la vez nostálgico porque fue una decisión difícil de tomar y de aceptar este reto de jugar en Europa”, confesó Huerta a la prensa antes de su viaje a Bélgica para las pruebas médicas. “Este es un sueño que tenía de pequeño, quiero agradecer a Pumas porque me dio la confianza cuando nadie confiaba en mí”.
Su llamado a la selección absoluta de México en agosto de 2023 marcó un punto de inflexión. Primero bajo la dirección de Jaime Lozano, y luego con Javier Aguirre (quien asumió en agosto de 2024), Huerta se ha consolidado como un elemento recurrente en las convocatorias. "Espero jugar. Si no juego va a estar difícil (ser citado), pero jugar en Europa da ese plus y vas a crecer como futbolista y con eso sumar más a la selección”, comentó.
Su fichaje por el Anderlecht lo coloca como uno de los jugadores mexicanos más importantes en emigrar a Europa desde el traspaso de Luis Chávez al Dynamo de Moscú en el verano de 2023. Rodrigo Huescas, otro jugador con presencia intermitente en la selección, se unió al Copenhague danés el año pasado. Pero Huerta siente la responsabilidad: “No es presión, pero es una gran responsabilidad. Sé que si los jugadores mexicanos van y triunfan abren las puertas para que otros luchen por ese sueño y que puedan tener un mercado más abierto. Es una gran responsabilidad como mexicano poner el nombre de México en alto”.
El futuro se presenta brillante para César Huerta. Su viaje a Bélgica representa más que una simple transferencia; es la materialización de un sueño, un ejemplo de perseverancia y una gran oportunidad para escribir un nuevo capítulo en la historia del futbol mexicano.