Los Rams de Los Ángeles, acostumbrados a su casa en California, se encontraron jugando su partido de comodín contra los Vikings de Minnesota en un lugar totalmente diferente: el State Farm Stadium, hogar de los Cardinals de Arizona, ubicado a 645 kilómetros de distancia. La razón? Los devastadores incendios forestales que azotaron Los Ángeles obligaron a la NFL a tomar una decisión crucial y reubicar el encuentro. El anuncio, hecho apenas días antes del juego, tomó por sorpresa a todos.
“Cuando tomamos esa decisión, la liga se unió”, comentó el comisionado de la NFL, Roger Goodell, en una entrevista con ESPN. El traslado no solo implicó un cambio de sede, sino una logística compleja para asegurar la comodidad de los aficionados de los Rams. “Me enorgullece decir que 45.000 de ellos hicieron el viaje”, agregó Goodell, destacando la lealtad de los seguidores.
El ambiente en el State Farm Stadium fue único. A pesar de estar en territorio neutral, el inmueble se vistió con los colores azul y amarillo de los Rams. Ambas zonas de anotación lucían el esquema característico del equipo angelino, y el logo de los Rams estaba presente en el centro del campo. Los aficionados recibieron toallas del equipo al entrar, y se exhibieron pancartas con mensajes de apoyo como "Gracias a los bomberos y primeros auxilios" y "LA Juntos", creando una atmósfera emotiva y solidaria.
Con una capacidad de 63.400 espectadores, el estadio estuvo casi lleno. Para el corredor de los Rams, Kyren Williams, el partido tenía un significado especial: “Hay un sentimiento entre el equipo: esto es por LA. Esto es por la esperanza de vuelta en casa a la que pueden aferrarse”, expresó el sábado, reflejando el espíritu de unidad y resiliencia.
Si bien las reubicaciones de juegos son inusuales en la NFL, no son inéditas. Arizona ha sido escenario de estos cambios en otras ocasiones, como en 2003 y 2020, debido a incendios forestales y restricciones por COVID-19, respectivamente. Este hecho refuerza la capacidad de adaptación de la liga y la importancia de contar con planes de contingencia para situaciones imprevistas.
Más allá del resultado deportivo, el evento dejó una huella imborrable: la demostración de solidaridad entre la liga, los equipos y la ciudad de Los Ángeles en momentos de adversidad. La comunidad Rams demostró su incondicional apoyo a su equipo, viajando cientos de kilómetros para apoyarlos.