Los Brooklyn Nets, tras una racha de siete derrotas consecutivas que había puesto a prueba la paciencia de sus aficionados, encontraron un bálsamo en la forma de una contundente victoria sobre los Charlotte Hornets. El marcador final, 104-83, reflejó la superioridad de los neoyorquinos, quienes nunca miraron hacia atrás desde el salto inicial.
Keon Johnson lideró la ofensiva de los Nets con 18 puntos, secundado por Jalen Wilson (15 puntos) y Tosan Evbuomwan (14 puntos). El regreso de Ben Simmons, tras superar una enfermedad y una lesión en la espalda que lo marginó por cinco encuentros, también fue una noticia positiva para el equipo. Simmons, ingresando desde la banca, contribuyó con 10 puntos y 6 rebotes, demostrando su importancia en la rotación.
Por el lado de los Hornets, la ausencia de cuatro titulares habituales –LaMelo Ball, Mark Williams, Brandon Miller y Josh Green– se notó significativamente. Miles Bridges luchó con valentía, logrando 23 puntos y 13 rebotes, pero su esfuerzo individual no fue suficiente para contrarrestar el juego colectivo de Brooklyn. "Fue una noche difícil, extrañamos mucho a nuestros compañeros", podría haberse expresado alguno de los jugadores de Charlotte.
Cabe destacar la entrega de Vasa Micic, quien, a pesar de una lesión en el pecho sufrida al inicio del encuentro, regresó a la cancha para aportar 15 puntos y 7 rebotes. Su perseverancia, sin embargo, no bastó para evitar la abrumadora derrota.
Las deficiencias ofensivas de Charlotte quedaron patentes en sus bajos porcentajes de tiros: un 34% en tiros de campo y un magro 29% en triples. Esta ineficacia, sumada a las ausencias clave, condenó a los Hornets a una noche para el olvido.
La victoria de los Nets, más allá del marcador, significó un punto de inflexión en una temporada que se había tornado compleja. El regreso de Simmons y la actuación equilibrada del equipo presagian un futuro más promisorio para los de Brooklyn.