El sábado, a la 11:00 horas tiempo de Sonora y Arizona, en Tempe, Arizona, se enfrentarán los Arizona Wildcats (14-6, 8-2 Big 12) y los Arizona State Sun Devils (12-8, 3-6 Big 12). Un clásico del baloncesto colegial que llega en un momento crucial para ambos equipos. Esta será la primera vez que se enfrenten en esta temporada dentro de la Conferencia Big 12.
Los Wildcats llegan con un gran impulso, luego de su victoria en tiempo extra contra los Iowa State Cyclones, gracias a los 22 puntos anotados por Caleb Love. Su poder ofensivo es innegable, promediando 82.9 puntos por partido, superando en más de 11 puntos la media de puntos permitidos por los Sun Devils (71.6). Además, dominan el rebote ofensivo, ocupando el tercer lugar de la Big 12 con 10.8 rebotes ofensivos por juego, liderados por Tobe Awaka con un promedio de 3.3.
Por su parte, los Sun Devils, a pesar de tener un registro de 5-3 en casa, enfrentan un reto significativo. Su efectividad en tiros de tres puntos, si bien es buena (8.6 por partido), se enfrenta a una sólida defensa de los Wildcats que solo permite 8.3 tiros de tres por juego. La clave para los Sun Devils podría estar en la reducción de pérdidas de balón; promedian 13.4 pérdidas por juego y su rendimiento se resiente cuando cometen más errores que su rival.
Las últimas diez actuaciones de ambos equipos muestran un contraste interesante: Los Wildcats muestran un impresionante récord de 9-1, con un promedio de 81 puntos y un 48.4% en tiros de campo. Mientras tanto, los Sun Devils presentan un registro de 4-6, con un promedio de 68.1 puntos y un 43% en tiros de campo. Jugadores clave como Alston Mason (11.4 puntos y 3.5 asistencias para los Sun Devils) y BJ Freeman (13.7 puntos y 3.6 rebotes en los últimos 10 juegos para los Sun Devils), y por los Wildcats Anthony Dell’Orso (1.6 triples por juego en los últimos 10 encuentros) y Caleb Love (15.7 puntos y 4.4 rebotes por partido) serán cruciales para el desarrollo del encuentro.
En definitiva, este partido promete ser un emocionante enfrentamiento entre dos equipos con estilos de juego distintos y una rivalidad profundamente arraigada. El resultado dependerá de la capacidad de cada equipo para imponer su juego y minimizar sus debilidades.