El primer encuentro prometía un choque de titanes: Los Leones del Escogido, representantes de República Dominicana, se enfrentaron a los Cardenales de Lara, campeones defensores de Venezuela. Desde el inicio, se notó la tensión en el diamante. Un duelo de pitcheo magistral mantuvo la pizarra en cero durante varias entradas.
Max Castillo, abridor por los Cardenales, demostró su valía con una sólida actuación: seis entradas, tres imparables permitidos, dos ponches y ninguna carrera. Por el lado dominicano, Brooks Hall, también brilló en el montículo, lanzando cinco entradas sin permitir anotaciones, con tres ponches y tres hits. “Fue un juego de estrategias y precisión”, comentó un analista deportivo presente en el estadio.
La tensión se cortó en la parte baja de la séptima entrada. Un fielder's choice de José Marmolejos abrió la puerta a la ofensiva dominicana. Posteriormente, con dos outs, Francisco Mejía conectó un triple al jardín derecho, impulsando a Marmolejos a la registradora para el 1-0. Un wild pitch de Alex Scherff aumentó la ventaja a 2-0, marcador que se mantuvo hasta el final del encuentro.
El relevo dominicano se mostró efectivo, controlando la ofensiva venezolana en las entradas restantes. Álex Colomé se apuntó el triunfo al lanzar una séptima entrada impecable, con solo un imparable permitido y un ponche. La victoria fue celebrada con euforia por los fanáticos dominicanos presentes. El camino de los Leones continúa; su próximo rival: los Japan Breeze.